A su vez, debió ver que esa retribución era demasiado alta: Si él se dice partidario de los sueldos bajos para las autoridades, y como peruano, debe saber y entender que 15 mil soles es mucho. Más si ahora habla de 10 mil soles como su sueldo, si esta hubiera sido su intención, desde el comienzo habría firmado esta cantidad.
En otras palabras: Se ve que el mandatario loretano buscaba la máxima retribución legal posible, tal vez sí haya sido un error (gravísimo e inexcusable) por su parte firmar 15.600 soles en vez de 14.300. No deja de ser grave el hecho de que un puesto público busque que su sueldo sea el máximo legal en una región como Loreto donde la austeridad es más que necesaria. Sobre todo cuando ese presidente Regional ha hablado tanto de la austeridad, sueldos bajos y todo ello. ¿Hipocresía desde el mando? Lo de siempre.
Si no fuera por este error (asumiendo que la cifra final sí fue un error y lo que buscaba el presidente era ganar el máximo legal) tendríamos un presidente hablando de austeridad mientras se cobra el máximo legal. Ahora sí, una vez que se vió en el centro de la tormenta (y tras el "aviso" del Instituto Peruano de Administración Municipal del posible delito en que habría incurrido al firmar un sueldo por encima del máximo -abuso de autoridad o peculado, con penas entre dos y ocho años de prisión) tuvo que bajarse el sueldo.
Por su lado, el presidente de Puno, Hernán Fuentes Guzmán, se negó a firmar el acta que le asignaba un sueldo de 15600 soles (la cantidad firmada por el de Loreto, casi seguro que era el máximo en años anteriores). El presidente de Puno sí "se dio cuenta" de la ilegalidad de dicha cantidad, a su vez que indicó que su actitud frente a los sueldos es que estos deben ser más austeros, y que no firmaría cantidades elevadas de los mismos. En otras palabras: El presidente de Puno ha aprovechado para marcarse un tanto al no firmarse un sueldaso.
En fin, hasta firmando su propio sueldo nuestros presidentes regionales son incompetentes.