Poco a poco en Italia se da el cambio de Gobierno.

Más lento de lo esperable (sobre todo en la Cámara de Diputados), el cambio de gobierno, elegido por los Italianos con una diferencia realmente mínima, va cogiendo forma. Por lo pronto, en la cuarta votación en la Cámara de Diputados (donde la coalición de Prodi tiene mayoría absoluta por una absurda ley de Berlusconi que cambió el sistema electoral para que el ganador para dicha cámara siempre se asegurara la mayoría absoluta) ha escogido a su nuevo presidente, el Secretario general de Refundación Comunista, Fausto Bertinotti (Noticia en EL País  y noticia en El Mundo).
La victoria del "refundado comunista" era segura, puesto que la coalición a la que representa tiene una mayoría absoluta holgada (por lo dicho), al punto que era el único candidato a la presidencia de la cámara baja. Aún así (ya que votan escribiendo el nombre en una papeleta), Massimo D’Alema, presidente de Demócratas de Izquierda e integrante de la Coalición de Izquierdas de Prodi (compañero, por tanto, de Bertinotti), obtuvo un centenar de votos. Otros diputados (como por ejemplo, Berlusconi), sacaron algunos votos… Algunos recordarán a Refundación por ser el partido que negó la confianza al anterior gobierno de "izquierda moderada", con lo que cayó en desgracia.

Ahora la coalición de Prodi controla la cámara baja. La cuestión es el Senado. Ayer no consiguieron elegir al candidato de la coalición de Prodi, se anuló por un voto que no decía el nombre completo del candidato Franco Marini, por un voto, ese necesario para completar el círculo de los 162 obligatorios… La anterior votación (la segunda que se produjo) acabó anulada por dos votos "mal" realizados, en los cuales el nombre de Marini figuraba como "Francesco" en vez del correcto "Franco", ¿error real o error a posta? ¿Tan difícil es votar con papeletas en que se señalan los candidatos? Estas tonterías se evitarían. Como sea, por tres veces el senador centroizquierdista no ha conseguido el apoyo del senado (bueno, dos anuladas y una -la primera- en la que no llegó a 162).

Dos escaños separan a las dos grandes coaliciones en el Senado (donde "los chicos de" Prodi consiguió la victoria gracias a los votos desde el extranjero), así pues, la pugna por sacar las cosas adelante en el Senado (el sistema bicameral italiano es muy simétrico) es realmente donde la coalición de Prodi demostrará que tan juntos viajan en el nuevo gobierno que se debe formar tras las elecciones, y son partidos muy distintos en una mezcla, cuanto menos, poco ortodoxa y, por tanto, muy inestable.