Como otros, ¿no?

«Todo el mundo sabe que un 19% de IGV es un obstáculo a la formalización» declara Kuczynski. Todo el mundo sabe que en Chile, Uruguay, Argentina, Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Irlanda, Islandia, Letonia, Países Bajos, Suecia, Noruega o Finlandia, por poner algunos ejemplos, son países donde prima el sector informal, todos ellos tienen impuestos sobre el valor añadido iguales o superiores a Perú, por eso mantienen niveles de informalidad empresarial que superan al peruano, que es de como el 65%. ¿O no es así? El IGV alto no es un obstáculo para la formalización, es un problema por mala distribución de la carga impositiva (en Perú prima la parte indirecta sobre la directa), pero bajarlo tampoco soluciona nada, máxime cuando se necesitan recursos para otras cosas (y no, Kuczynski no propone subir los impuestos directos y mejorar su progresividad, incluso propone bajárselos a los que cumplen la ley).

De rescates y alternativas

Es cierto, si no hacemos algo el sistema se hunde, y con él todos nosotros. Por ello se justifican todas las medidas que nos imponen, todos los billonarios planes de rescates (si sumamos todo el dinero usado en los mismos), por eso se fuerza a los países a adoptar determinadas medidas en su política interna, para contentar a los mismos que causaron el desastre, pues son a la vez los salvadores del sistema… Todo eso es cierto, si es que obviamos dos matices importantes: El tener que intervenir (y eso es algo que ya nos enseñó en el Crack del 29) para mantener el sistema (que se autodeclara como libre de intervenciones) demuestra en realidad que el sistema por sí solo no funciona, que hay que meterle mano de una forma (regulación) u otra (intervención, sobre todo inyectando capitales); el sistema que ahora tenemos no es el único que existe o puede existir, ¿por qué rayos debemos elegir mantenerlo cuando nos friega más que ayuda?

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