De rescates y alternativas

Es cierto, si no hacemos algo el sistema se hunde, y con él todos nosotros. Por ello se justifican todas las medidas que nos imponen, todos los billonarios planes de rescates (si sumamos todo el dinero usado en los mismos), por eso se fuerza a los países a adoptar determinadas medidas en su política interna, para contentar a los mismos que causaron el desastre, pues son a la vez los salvadores del sistema… Todo eso es cierto, si es que obviamos dos matices importantes: El tener que intervenir (y eso es algo que ya nos enseñó en el Crack del 29) para mantener el sistema (que se autodeclara como libre de intervenciones) demuestra en realidad que el sistema por sí solo no funciona, que hay que meterle mano de una forma (regulación) u otra (intervención, sobre todo inyectando capitales); el sistema que ahora tenemos no es el único que existe o puede existir, ¿por qué rayos debemos elegir mantenerlo cuando nos friega más que ayuda?

Lo primero es importante, muestra una contradicción propia en el sistema capitalista. Básicamente pide que no se intervenga, si eso un poco para asegurar las propias reglas del juego capitalista (por eso defienden, por ejemplo, la existencia de la legislación penal y el poder coercitivo del Estado), pero una vez que el propio sistema se pone frente al abismo, para que no dé un paso adelante y nos mande a la mismísima porra a todos (porque nos arrastraría) el Estado, ya bastante descapitalizado gracias a los principios liberales que mandan no tener impuestos fuertes y con verdadera capacidad recaudatoria por no hablar de evitar la existencia de empresas públicas con saldos más que positivos en sus negocios, decía, el Estado es el que debe poner el dinero, o pedirlo prestado a organizaciones no democráticas que, además, imponen medidas de acción a futuro (porque algo es claro en el sistema: Quien paga manda).

Cuando los capitalistas señalan a los países que pasaron o están en el mal llamado «socialismo real» se apresuran a decir: Tuvieron su oportunidad y empobrecieron países en 70 años de vigencia»… Pues bien ¿cuántos años llevamos bajo el sistema capitalista y cuántas veces hemos pasado por periodos de crisis con empobrecimiento general? ¿Cuánta gente muere por no tener recursos -de hambre, por no contar con una sanidad adecuada…- dentro de los países capitalistas? ¿Cómo se puede hablar del triunfo de un sistema económico que socializa las pérdidas cada vez que puede en contra de su propia «naturaleza»?

Esto nos lleva al siguiente punto, que en realidad es complicado no solo en su planteamiento, sino en su puesta en práctica: La Alternativa. Se nos plantea que las medidas son inevitables, y lo son si la misión es salvar el sistema, pero ¿por qué deberíamos hacerlo? ¿Qué beneficio para el mundo está dando este sistema? ¿Por qué todos los paganos de la crisis somos encima quienes peor vivimos en el sistema y para colmo debemos rescartarlo y salvarlo? Hay que plantear que lo «inevitable» es una opción más, no la única, es la (única) opción de salvar al sistema, pero salvar el sistema no es la única opción que nosotros (y esto lo digo a escala mundial) tenemos entre manos.

Existen otros sistemas económicos que han funcionado mejor o peor en toda la historia, tenemos sistemas económicos que casi no han tenido tiempo para ser aplicados y perfeccionados (con el capitalismo ya llevamos unos cuantos siglos, y con el capitalismo financiero, en concreto, más de cien años)… ¿Por qué no estamos gastando algo de nuestro tiempo en plantear la forma de dejar este sistema por una alternativa al mismo? Una real, no cambiar el capitalismo bancario por capitalismo del Estado, que eso es estar en el mismo macrosistema.

Y no, no hablemos de defensa de la democracia, que la misma no está vinculada de forma permanente con el capitalismo, no hay que olvidar la cantidad de veces que países capitalistas han sido dictaduras, o la de veces que teóricas democracias occidentales han planeado y ejecutado golpes de Estado y aupado dictaduras en contra de las democracias existentes solo porque esas democracias comenzaban caminos contrarios al capitalismo (¿Nadie se acuerda de las declaraciones del nobel de la paz Kissinger? Si el pueblo vota alternativas distintas, ese pueblo estúpido debe ser reemplazado por una dictadura que haga lo necesario por y para el capitalismo), así pues, se imponían duras dictaduras como defensa de este sistema económico que nos dicen que es inevitable salvar y mantener, y que además, nos dicen, es cuna y único régimen económico donde puede darse la democracia. La evidencia dice que al menos lo segundo es más que cuestionable, y la historia nos dice que lo primero es falso.

Tal vez primero haya que salvar el capitalismo para poder tener recursos para plantear algo diferente, lo que no podemos hacer es «salvarlo», salir perjudicados (porque así es como salimos, menos recursos para la mano social del Estado y más dependencia del capitalismo para poder vivir) y no hacer nada en esa situación tan desagradable en la que quedamos. El sistema capitalista no es el único viable (no lo ha sido y no lo será), ni está teniendo resultados positivos (solo lo hace a favor de un grupo muy pequeño de personas en un mundo con miles de millones de seres humanos). ¿Por qué mantenerlo?

2 comentarios en «De rescates y alternativas»

  1. Alguna vez un amigo cubano nos dijo: nosotros no tenemos mucha libertad, pero tampoco tenemos muertos de hambre.
    Nos dejó callados a todos los demás latinoamericanos, ya que nadie puede decir que en su país no haya gente que muera por hambre.

  2. Los hechos son sagrados,las opiniones libres.De la historia, desgraciadamente sabemos las manipulaciones de sus opinadores,estas han sido tan eficaces que tras siglos del hecho,aun quedan cientos de “mausoleos” eregidos a genocidas.El sistema lleva funcionando bien siglos evidentemente.Solo triunfa quien suma privilegios a los ya privilegiados.En un pais que tiene una seleccion “campeona” del mundo, los mejores moteros, los mejores “jugadores”que no “trabajadores” el que no se consuela es por que no quiere.En un pais atrapado por su historiadores,que aceptaria antes el fin del mundo que el del capitalismo.Hay que salvar al poderoso ya que en el estan nuestras raices.Lamentablemente lo tienen facil.La SEGURIDAD SOCIAL tiene los dias contados.Vivan los planes de pensiones

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