En los rifirrafes en las elecciones prefiero no entrar la verdad, que si García participa, que los candidatos se quejan por ruptura de la «neutralidad» (absurdo, es un político), que si él les exige que no le «ataquen» (¡pero bueno!), que si Bayly no sabía o sí sabía que Kouri iría por «su partido» (léase «plataforma electoral tipo “vientre de alquiler”»), tonterías típicas en cualquier campaña, totalmente superficial… Me ha despertado la curiosidad dos hechos estos días, por una parte, que el Partido Nacionalista Peruano (PNP) «descartara» apoyar a la socialdemócrata Susana Villarán por no «considerarla de izquierdas» y que exista un pacto entre Bayly y Cambio Radical para NO presentar candidatos al Congreso.
Voy a comenzar por este segundo, el que CR, el «vientre de alquiler» para Kouri en las locales y para Bayly en las presidenciales, no presente candidatos al Congreso. Afirman en El Comercio:
«[José Barba] Reveló además que tiene un acuerdo con el periodista de no presentar una lista de aspirantes al Congreso de la República junto con su eventual postulación a la Presidencia [de Bayly].»
Bayly va en toda su individualidad y singularidad, no quiere tener un partido propio ni comparte las formas y maneras de los actuales y «tradicionales», así que llega a un acuerdo con un partido que busca no desaparecer del mapa, como CR, que necesita cargos públicos, y que un candidato como Bayly, además, les da relevancia pública, y puede ser todo un negocio en el plano de la campaña.
Pero entremos en las hipótesis, Bayly sale elegido presidente… ¿Cómo sacaría su plan de gobierno (si llega a tener alguno) sin un solo congresista en el hemiciclo que le apoye? ¿Serán los fujimoristas y los del PPC, según cada caso, sus «congresistas de alquiler»? Estamos en un sistema presidencialista, bien, odio las mayorías absolutas o demasiado amplias, de acuerdo, pero eso no quita para negar las virtudes de tener representantes del pueblo en la cámara cuyo fin es ese, para que apoyen o acompañen al presidente, y le complementen, lo contrario es un sin dios ingobernable mírese por donde se mire… Salvo que ya tenga determinados pactos con algunos partidos políticos, o que pueda conseguir dichos pactos tras salir elegido.
Lo peor es que no me cuesta imaginar al peruano votando por un partido con un programa determinado para el Congreso y luego por un presidente que tiene poco que ver con dicho programa para, nada más y nada menos, que la presidencia de la República. No es tontería. Es normal que un partido humilde no presente candidato a la presidencia, lo que no es medianamente normal es que un candidato a la presidencia no sea acompañado por candidatos al Congreso.
Lo otro, lo de la socialdemócrata y el PNP (dos partidos con no demasiado en común, de todas formas), nos centramos en las declaraciones de Marisol Espinoza, portavoz del PNP en el Congreso:
«Susana Villarán siempre se ha expresado en términos peyorativos hacia el nacionalismo y no creo que habría ninguna propuesta viable con alguien que se dice de izquierda, pero que actúa de derecha, es casi inviable una alianza.»
Para la no-alianza me parece más evidente el tema de cómo Villarán se ha referido siempre al PNP, y a su líder, Ollanta Humala, y es normal y lógico que dos fuerzas con líderes que no se traguen y respeten no puedan llegar a acuerdos poara presentarse a elecciones, pero que hablen de políticos de izquierda y políticas de derecha…
Pues si fuera el Movimiento Nueva Izquierda (MNI) hablando de Villarán, lo entendería, pero ¿el PNP? Es demasiada «cara» plantear esas diferencias como de izquierda – derecha cuando, por un lado, Ollanta Humala dice que no tiene sentido hablar de izquierdas y derechas y no se reconoce de izquierdas (declaraciones de hace un año), por otro, en el 2006 se presentaron con UPP a las elecciones generales (que no es un partido de izquierdas, no más que Fuerza Social) y, ya si quieren algo más actual, en febrero de este año se acercaron al PPC (Partido Popular Cristiano, derecha de toda la vida, conservadores) en la idea que tenía de un «frente contra la corrupción» (léase «Kouri» donde pone «corrupción»), idea que no progresó.
No tiene sentido (es casi un insulto a la memoria) que el PNP rechace un pacto con un partido por no considerarlo de izquierdas cuando: a) Ellos no se consideran ni de izquierdas ni de derechas; b) Ellos han pactado con partidos de derecha; c) Para estas elecciones buscaron pactos con una derecha tan tradicional como la del partido de Lourdes Flores (que tirará de la marca UN aunque sin aliados).
La únicas explicaciones para no juntarse con FS, lógicas y naturales, son la inadversión de sus líderes y que tienen unos programas que no confluyen demasiado, sería una unión contranatural, pero no porque FS no sea de «izquierdas», o no exactamente por eso (insisto en los pactos del PNP con la derecha, junto con acercamientos varios). Desde el PNP creen, y con razón, que estar con FS no les suma nada, pues bien, pero que no den excusas falsas por las que no quieren juntarse con ellos.
El PNP tiene un discurso totalmente errático, depende de quién hable en cada momento y ante qué público se esté hablando, lo cual me resulta muy poco confiable, la verdad.