Publicado originalmente en De Igual a Igual
¿Ignorancia o malicia? Hoy me ha sorprendido tristemente la tertulia de «Herrera en la Onda» o algo así, programa matinal en Onda Cero conducido por uno de los periodistas radiofónicos más reconocidos: Carlos Herrera. Entre otros muchos temas que debatieron (programa donde sí cabe cierta discrepancia), salió a la palestra la politización y lentitud del Tribunal Constitucional, y por cómo retrataron al ente no sé si la ignorancia estaba presente o la demagogia llena de mentiras hacía acto de presencia.
En tema era el recurso contra el Estatuto de Cataluña que aun no es resuelto por el Tribunal Constitucional, y Herrera, junto con buena parte de los contertulios, dijeron bien clarito que el recurso no se resolvía porque al gobierno no le interesaba (también dejaron caer que si el TC resolvía a favor de la consulta planteada por Ibarretxe era para que el PNV votara a favor de los presupuestos del Estado), que el órgano constitucional estaba fuertemente politizado (descubrieron la pólvora) y que simplemente es un tribunal que «no trabaja».
El trabajo del TC
Algo que es increíble es la cantidad de trabajo que tiene el Tribunal Constitucional y el retraso que lleva consigo. Si bien es cierto, como sí indicaron los tertulianos, que los miembros del TC religiosamente toman sus vacaciones y días libres cuando deben, no es cierto que estén «haciendo nada», y es irresponsable totalmente pedir al órgano constitucional que se encierre a tres cantos hasta resolver un solo asunto (cuestión que también pusieron sobre el tapete, en plan «que trabaje en este tema hasta que lo resuelvan»). El TC tiene un retraso de por lo menos cinco años en la resolución de los casos de los ciudadanos, y aunque en general es bastante rápido para resolver los recursos contra las leyes, pocas veces se hace en «tiempo récord» y normalmente es lento (más de un año, menos de cinco) cuando hablamos de este tipo de recursos.
¿Saben cuánto trabajan los miembros del TC y los asesores que tienen? Ojo, que entre los abogados y juristas del alto tribunal se encuentra de lo mejorcito en Derecho que tiene España en casi todos los órdenes, esto es, no están los magistrados «solos ante el peligro» y sus decisiones, aunque no comparta muchas, se suelen ajustar a Derecho y pocas veces se inventan las cosas (por supuesto que cabe más de una interpretación, pero a lo que voy es que el Tribunal Constucional no suele ser ni arbitrario ni totalmente sujeto al politiqueo nacional).
Un rápido vistazo a la Memoria del 2007 del TC nos deja algunos datos para darnos cuenta del trabajo que tienen y hacen (y cómo su estructura simplemente no da abasto): El pleno alcanzó los 167 asuntos resueltos (con lo cual resolvió más casos de los que entraron para que el pleno del tribunal los resuelva, una buena noticia) y tiene acumulados 585 asuntos (entre ellos el del Estatuto de Autonomía); La Sala Primera inadmitió 5194 recursos (quedaron acumulados un total de 6492, casi 500 menos de los recursos que tenían al comenzar el año) y resolvió 167 asuntos (en 139 sentencias); la sala segunda inadmitió 5776 recursos (800 más de los que ingresó durante ese año) y aún así tiene 5674 casos pendientes de admisión, por otra parte, resolvió 93 recursos y terminó otro proceso por pérdida de objeto y le faltan por resolver, de los casos ya admitidos a trámite, 158 casos. Además, el pleno derivó en las salas unos cuantos casos de inconstitucionalidad y conflictos de competencia a tenor de la redacción de la LOTC modificada el 2007 que agiliza, en parte, la respuesta a este tipo de recursos.
Los recursos contra el Estatuto de Autonomía de Cataluña están entre los tantísimos recursos de inconstitucionalidad que aún no han sido resueltos por el pleno del Tribunal, en el 2007 quedaron pendientes 185 recursos de inconstitucionalidad, 307 cuestiones de inconstitucionalidad, 69 conflictos positivos de competencia y 6 conflictos en defensa de la autonomía local, además de que quedaba por resolver la adminisibilidad a otras 56 cuestiones, un recurso de inconstitucionalidad y dos conflictos de competencia.
¿De verdad creen, los señores de Onda Cero, que el tema del Estatuto es el único y que en el TC se rascan la barriga?
Les adelanto una cosa: En el TC faltan magistrados y falta personal para hacer frente a la cantidad de trabajo que tienen. Y cada vez tienen más y más, y eso que estamos en años en que el TC funciona a más de su propia capacidad y va acortando la cantidad de casos pendientes.
Sin explicación de fondo
Los contertulios, alojados en la derecha española, cargaron con todo contra el alto tribunal, echándole todas las culpas al PSOE y se olvidaron de explicar una de las razones fundamentales por las que en Junio del año pasado (fecha tentativa en que se debía resolver el asunto) no hubo fallo: La guerra de recusaciones.
¿Cómo se puede explicar la politización del órgano sin mencionar siquiera lo que pasó hace no tanto? El PP y el PSOE se dedicaron a recusar a los miembros del TC que no les convenían tras unos años de no renovación por faltar acuerdo político (fue la reforma de la LOTC del 2007 la que originó todo esto). La última gran recusación realizada por el PP tenía como motivo único y exclusivo el que el PSOE había recusado a otro miembro del tribunal el día anterior (ojo, razón declarada incluso) con lo que el tribunal se quedó sin siquiera quorum para resolver las propias recusaciones. Duró meses la guerra de las recusaciones e imposibilitaba al pleno actuar con normalidad y retrasó demasiado la resolución del recurso de inconstitucionalidad contra la reforma de la LOTC y previamente, por el tema del Estatuto de Cataluña, ya se había recuado a un magistrado y la Generalidad catalana se metió en el ajo intentando recusar a otro magistrado.
La politización del TC no se debe tanto a la ideología de cada uno de los miembros del TC (es ilógico pensar que los jueces y magistrados no tienen ideología alguna, o que se pueden separar de la misma como si fuera algo de quita y pon) ni a los vínculos directos con los partidos (son elegidos por los partidos políticos y por el gobierno, pero si siguen la carrera de muchos de ellos, verán que no siempre responden a la voz del «amo»), sino al uso intensivo que los partidos intentan dar al Tribunal Constitucional como cuadrilátero. Si bien es cierto que las recusaciones en un caso (el tres por dos del caso de la LOTC) no afectan a los otros, sí que sobrecargan de trabajo al tribunal, lo ponen en el punto de mira y lo convierten en instrumento politizado y afectan negativamente al desarrollo normal de sus funciones, máxime cuando la guerra duró meses y meses.
Que sí, que es muy importante la ideología de los miembros del TC, ya que determinan la «forma en que interpretan» el derecho, pero como decía al comienzo, no suelen ser arbitrarios ni «descaradamente» injustos, simplemente no me imagino una sentencia por el «simple hecho» de favorecer al gobierno en el tema de los pagos políticos como dejaron caer los contertulios (a menos que exista una vía interpretativa para dictar esa sentencia, con lo que seguiría estando ajustada a Derecho y no se le podrían poner pegas desde el punto de vista jurídico).
Es indignante ver cómo los del programa de Herrera cargaron con todo contra el PSOE y el gobierno sin mencionar la participación del PP en la porquería sobre el TC, tan importante como la del propio PSOE (con esto no estoy «exculpando» al gobierno o al PSOE de tratar de instrumentalizar la acción del constitucional, que de hecho lo intentan, si no que quiero dejar claro que no es el único agente en este juego, y que, más aún, en parte se debe al inmovilismo del PP al perder las elecciones en el 2004, al igual que pasa en el CGPJ).
¿Por qué no resuelve el TC el caso del Estatuto catalán? Seguramente porque es un caso extremadamente difícil, con una cantidad de impugnaciones sobre temas totalmente variados que complican ya de por sí la larga demanda de inconstitucionalidad, donde hay poquísimo acuerdo (a más acuerdo, más celeridad) y existen dos puntos de vista bastante antagónicos que tienen, además, apoyos suficientes para, en cierta medida, bloquear el otro punto de vista y acá no se baja del burro ni Dios (como suele pasar en el TC, donde los Votos particulares son una constante y nos dejan verdaderas perlas, pero normalmente es uno contra muchos).
Pero acá todo cristo se dedica a mal decir, mal informar, mal comunicar y a fastidiar. Y claro, es muy fácil «opinar» que los miembros del TC no trabajan, que no hacen nada y que es culpa de una politización que no explican ni la fuente ni nada con respecto a la misma, pero dejan caer que todo conviene, extrañamente, al gobierno, olvidándose del resto de jugadores.
Defendiendo a los tuyos, no?
El viejo dilema de «la justicia tarda pero llega» y «justicia que tarda no es justicia». Si, en algunas instancias la carga puede ser mucha, pero ahi entran las maniobras dilatorias de los abogados que poco ayudan.
Pero aun con todo los jueces tienen su parte de culpa, una amiga trabajaba en desarrollo de aplicaciones para el PJ en Lima, y bueno… las de gestion de expedientes y similares salieron bien, pero…. el dia que se iba a implantar un SW de evaluacion de la carga procesal y del numero de sentencias emitidas, llego uno de los vocales de la Corte Suprema y dio la orden terminante de que no se instalara «eso», claro… es que esa aplicacion podria hacer saltar informacion de cuan diligentes eran los propios jueces para atender sus casos, y eso… no conviene que se sepa… verdad? ;)
Si, me salto el tema y si, probablemente haya un ensañamiento con lo que haga o deje de hacer el TC, pero la consecuencia inmediata la tenemos en el pulso que hay entre Montilla y Solbes.
Salud
En realidad los magistrados no son «los míos», aunque sí, creo que la mayor «culpa» del atoro del Constitucional es de los abogados de las distintas partes (el altísimo número de inadmisiones demuestran que en muchísimos casos los recursos son unas ganas de sacar dinero a los clientes increíble, sólo viendo las estadísticas de los recursos bajo el 24 de la constitución nos dejan ver por dónde van los tiros), lo que me ha llegado en este caso es que se les retrate como vagos (igual es sentimiento de culpa por estar en el gremio que atoró al Tribunal, jajaja). Y también me fastidió que se hablara de politización extrema sin explicar la historia reciente haciendo que las «culpas» sólo caigan en uno de los agentes…
En realidad los datos ya existen, lo que no quieren es que sean fácilmente accesibles :P. Sí, hay de todo, y en la cúpula del PJ no está «lo mejor» lamentablemente, y hay muchos jueces que se tocan las narices, otros quieren hacer que parezca que trabajan más de lo que realmente hacen (no acumulan procesos ya que quieren resolver «uno» y sacar «diez» sentencias :S), pero tampoco se puede generalizar. Y sí, faltan mecanismos de control en la labor de los jueces y magistrados (aunque insisto que, salvo casos concretos, en general son «currantes»).
Hasta luego y gracias por el comentario ;)
PD: Efectivamente, la justicia lenta no es justicia, y por eso hay que modificar el TC para dotarle de más recursos (¡humanos sobre todo!)… Igual que al resto del PJ.