Alberto Fujimori, expresidente del Perú, condenado por peculado al haber desviado fondos de las Fuerzas Armadas hacia el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) para que este comprara la línea editorial de los diarios chichas para la campaña electoral del 2000 (la re-reelección). La condena es de 8 años de prisión más tres de inhabilitación y una reparación civil en favor del Estado de tres millones de soles. Otra condena más para este prohombre (nótese la bastardilla).
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Sí pero no
El Comercio, en una huida para adelante, saca una de esas «aclaraciones» que no llegan a ser una verdadera rectificación (en el fondo ni en la forma). Así, en una pequeña nota, afirman: «La información que publicamos no implica que los artistas apoyaran el No por la existencia o expectativa de contrataciones». Si vemos la noticia original («Gestión de Susana Villarán contrató a rostros del No») en cuya bajada directamente se pone: «La Municipalidad de Lima pagó por servicios a artistas que luego apoyaron a la alcaldesa en el proceso de marzo del 2013» creo que la aclaración no es tal. La «noticia» que levantó polémica fue la principal de la portada del periódico el 15 de agosto cuya intención, evidentemente, era dejar patente la relación directa entre que la municipalidad de Lima contratara a determinadas personas con su campaña en favor de Villarán.
Las medias verdades son mentiras
«el Congreso no delibera sobre otra cosa que no sean iniciativas o proyectos de ley» (El Comercio)
Esto… Sí es cierto que el contenido de las declaraciones presidenciales tiene que ver con legislar sobre la concentración de medios en la prensa escrita -según mandato constitucional, sea dicho-, pero no es cierto que el Congreso solo debata para legislar. De hecho, es casi lo que menos hace. Su función de control polítio es elemental en el actual entendimiento del parlamento, así como su capacidad para iniciar investigaciones sobre «asuntos de interés público», cuyos informes, por ejemplo, pueden incluir recomendaciones para modificar normas -en este caso, podrían iniciar una investigación sobre la compra de Epensa por El Comercio, si esta es contraria a la Constitución o no, y concluir que no es posible acaparamiento en el mercado de prensa escrita, como mantiene El Comercio, o que sí puede existir y que se necesita una ley que lo regule-. (Por más que El Comercio insista en que hay tres grupos porque la familia Agois mantiene el control de Epensa, no es cierto, el grupo es el de El Comercio, propietario mayoritario de las acciones. El Comercio, en este tema, manipula y mucho.)
El Comercio manipula declaraciones de Humala
Libertad de expresión y libertad de información son dos derechos íntimamente ligados, pero no son lo mismo. Libertad de prensa y libertad de empresa, en los sistemas capitalistas, ha comenzado a confundirse de forma incorrecta: el que una empresa haga lo que le dé la gana con un medio de comunicación no tiene por qué ser bueno, por ejemplo, puede conducir a impedir que salga determinada información a la luz pública -lo cual vulneraría el derecho a estar informado por parte de los ciudadanos, que es la contraparte del derecho informar que tienen los profesionales de la prensa- o censurar a sus «opinadores» contratados -contra la libertad de expresión-.
Imagen totalmente errónea
La imagen que precede esta nota es una captura de pantalla del inicio de «Perú compró dos aviones italianos para la FAP por US$ 121,9 millones» (otro día hablo sobre el tema, ahora sobre la forma de colocar imágenes). ¿Ven la foto? Uno espera que la ilustración de una noticia aporte información, o al menos la acompañe. Lo que uno no espera es que la imagen sea exactamente lo contrario, esto es, ni dé información ni acompaña; más bien, esa fotografía desinforma.
Apple, El Comercio y las noticias
Muchas noticias son pura publicidad. No digo «publicidad ideológica», que para algo son sus medios, sino de esa que se hace a cambio de dinero. Que un medio generalista ocupe en un día siete noticias durante un día (como El Comercio ayer) sobre el lanzamiento de un producto de telefonía móvil, siempre para glosar lo maravilloso que es o para contar anécdotas («los memes en Internet», «las colas en Japón para adquirirlo», demostrando la expectativa causada) es, simplemente, increíble. Es curioso cómo se cubren los productos de Apple: nunca se señalan los cambios contradictorios de rumbo (Apple mantuvo que lo importante era una única experiencia con la máxima calidad, por eso había un único modelo a la vez, ahora hay dos, y uno en plan calidad media, y no es la primera vez que pasan estas cosas, con los MMS, con las tabletas de 7″, entre otros), solo se reproduce la versión oficial; y es extraña su relevancia sobre todo cuando hablamos de un producto consumido por una minoría (ya, segundo celular inteligente más usado, ¿pero cuánta gente -del total de usuarios de teléfono celular, por no hablar de todos los mayores de edad- tiene uno de esos bichos?). Ayer ya era noticia la decepción que supuso (no solo en medios económicos), para los inversores, los nuevos iPhones de Apple, y en El Comercio se olvidaron de ponerlo, por lo visto. Sí pusieron lo de «las burlas» por Internet, y también una noticia económica negativa de BB (con «tag» Apple e iPhone, eso sí). ¿Hoy lo harán? ¿Seguirán vendiendo el iPhone como lo han hecho anunciando los días de preventa, las condiciones de los contratos -en Estados Unidos, no en Perú, además- y el día de la venta oficial, sin decirnos nada de todo lo demás? Porque en El Comercio se anunció que era, el modelo notanbarato para América Latina y China, pero ya no dijeron nada de que en China ni es barato ni convincente ese modelo. EDITO: Sí que dijeron que el modelo no era tan barato en China. Claro que otras noticias negativas sobre Apple se leen poco en ciertos medios.
Sin Público en los quioscos
Se acabó lo que se daba, la solución empresarial, el problema de los trabajadores, fue cerrar la edición impresa de Público,. La empresa propuso, por lo visto, tirar un par de números más a la calle, ya el de hoy estaba medio terminado cuando los trabajadores decidieron que no, que no tenía sentido seguir, menos ante la incertidumbre que espera a los trabajadores y en las condiciones que queda la edición digital (¿por cuánto tiempo se mantendrá?). Público, un periódico que nació para cubrir ese espacio informativo en la izquierda que El País hace mucho que abandonó, pero que no dejaba de ser un medio burgués, sometido a la lógica empresarial de los resultados. Sí hay que reconocerle que planteaba un diario diferente, con más cabida (aunque con el paso del tiempo perdió espacio) para secciones como la de Ciencias o la de Historia, la de cultura en general, siempre desde una mirada crítica. También tuvieron sus momentos con un periodismo de investigación casi desaparecido en favor del conspiranoico que practican otros medios.
Sobre periodismo y baños, que diría Sifuentes
«Antes el poder económico influía en la prensa, ahora el poder económico hace la prensa.»
César Hildebrandt
Mientras leía el bastante sensato artículo de Marco Sifuentes en Perú 21, «La pared de mi baño es más grande que la tuya», sobre, una vez más, la relación de los periodistas con el «comentarista digital», no dejaba de acordarme «malos ejemplos» en la prensa tradicional (lo que él indica como el típico y salido de tono comentario en FB es algo que he visto en portadas de diarios de tirada nacional), a la par que me acordaba de una anotación de Versvs de hace ya un par de años titulado: «Por qué dejar de leer los periódicos es una necesidad inminente» (título que ya es toda una provocación).
RTVE, manipulación y El Mundo
El que dimitió se excusa, no le falta razón cuando afirma que existe un gran cinismo por parte de algunos medios privados a la hora de quejarse de la medida aprobada (y echada para atrás) de permitir a los consejeros de RTVE el acceso (y con ello la posibilidad de manipulación) al dichoso i-News, claro que olvida que no es lo mismo un medio privado que uno público (o no debería ser lo mismo -y no todos los públicos son iguales, como recuerda Escolar-), y evidentemente tiene razón al asegurar que para manipular las noticias no se necesita ese acceso, no se ha necesitado en el pasado ni en la actualidad, pero sí que es una medida que, por lo menos, causa suspicacia. En una tertulia en la Cope, si mal no recuerdo, uno de los periodistas comentaba cómo «toda la vida» les han dictado en TVE la línea editorial «desde la escalinata», ese tertuliano fue un cargo importante en las noticias en época de Aznar, y seguro que ahora algo parecido se hizo durante un tiempo, y así era con Felipe González, pero una cosa, nuevamente, no justifica la otra.
La importancia del lenguaje (enésima parte)
En un periódico boliviano, rebotado por medios como La Razón, se da cuenta de que «las FARC adoctrinan a miembros de Sendero». Adoctrinar es transmitir ideas o creencias, y difícilmente eso se da en una relación mercantil en que unos enseñan a usar armas a otros «a cambio de dinero proveniente del narcotráfico» (como señala la propia noticia). Se pueden usar muchos verbos para describir el que una guerrilla enseña a unos aspirantes de narcoterroristas a matar, pero el «adoctrinamiento» nada tienen que ver acá, máxime cuando unos (se supone) son maoístas y los otros no. ¿Por qué se usa este verbo? Por el contenido ideológico del mismo, así se malinforma de lo que ahí «puede» que pasara. Además, en las noticias se usa el tiempo presente cuando la información es de hace dos años (con lo que el tiempo pasado sería más propio) y se da por buena una fuente cuyo origen (y uso) es bastante dudoso (la información a cuentagotas salida de una computadora incautada tras un bombardeo cuestionable es más bien una utilización estratégica de, posiblemente, la mentira incomprobable).
Google y el pago por noticias
La filosofía declarada de Google es que el contenido sea gratuito, siempre acompañado de la publicidad, hasta que comenzó a funcionar a media tinta, gratuito sí, pero hasta cierto punto, hasta cierto nivel, no todo que esto no es jauja, así que Google, en esa línea, presenta ante la Asociación de Periódicos de Estados Unidos (NAA por sus siglas en inglés) un sistema para cobrar por acceder a determinada información. Google se vuelve en intermediario.
Amazon, 1984, prensa y control
Hace unos días se dispararon todas las alarmas con respecto al proceder de Amazon.com Inc.: La librería de e-books (libros en formato digital) y fabricante de un lector portátil de los mismos, el Kindle, retiró de su catálogo dos libros de George Orwell («Rebelión en la granja» y «1984») al no tener los derechos de distribución, hasta ahí todo normal, pero lo que también hizo la compañía fue retirar los libros previamente adquiridos por los usuarios de los Kindle, en otras palabras, «borró» los libros de las bibliotecas personales de los lectores (devolvieron el dinero, claro, faltaría más).