Con perdón a todos los trabajadores de la OPEL, pero lo de su compañía, como digo en el título, es casi gracioso. Desde el punto de vista de quiénes son los agentes que están interviniendo en todo este juego económico-industrial, mejor dicho, político-económico, o un juego de a ver quién se queda con el dinero de quién, y dónde están todos esos liberales y sus declaraciones, porque esto es lo menos libre del mercado a la par que se habla de liberalismo para pedir bajadas de los impuestos.