Me encanta cuando la coyuntura política nos muestra contradicciones casi inmediatas de los partidos en la dinámica gobierno – oposición, para nada fundamentados en ideología alguna y solo explicable en un sentido de derribar al oponente con el tema que sea. Hace unos meses, el gobierno español (PSOE) dijo lo indecible (literalmente) para que una empresa energética española no pasara a manos extranjeras (alemanas) y el PP defendía la postura alemana apelando a la libertad en el mercado y que la gasista española era privada y al gobierno le debería dar igual el dueño y demás. Esta pugna estaría dentro de la normalidad, liberales frente a socialdemócratas y tal, pero…
Pero nos encontramos ahora con la situación inversa. Una empresa rusa quiere comprar Repsol YPF (algo más del 30%), el PP quiere que la empresa continúe siendo española porque tiene una posición estratégica en el engranaje productivo español (es la petrolera más grande) y el gobierno insiste en que la empresa es privada, y si la operación se hace dentro del mercado no hay problema alguno, y aunque lo hubiera (en el plano político) no podría intervenir (lo cual es cierto, como lo era antes lo es ahora).
Entiendo que cuando hablábamos de una empresa rusa pública el tema era distinto, ya que dicha empresa pública es directamente controlada por intereses gubernamentales foráneos, pero que dentro del mercado, entre empresas privadas, el PP, dentro de su ideario, no encuentra fundamento alguno para reclamar la hispanidad de una compañía y resulta cuanto menos curioso verles pedir al gobierno que intervengan en el mercado de una forma tan burda (impidiendo una adquisición, que en principio se haría siguiendo la ley).
Se olvida el PP, además, que si Repsol es totalmente privada es gracias a ellos (y acá Pepe Blanco manipula la realidad, el PP no privatizó Repsol, finalizó una privatización iniciada en 1989, pero sí es cierto que si el PP no hubiese acabado con la sociedad mixta, el gobierno sí tendría suficientes acciones para controlar la petrolera), se olvida que Repsol es una multinacional que trabaja en más de 27 estados además de España (con lo cual, no se puede pedir que una empresa extranjera intervenga en Repsol cuando dicha compañía ya interviene en otros países) y por último que Repsol es «Repsol YPF», esto es, la empresa privada se llevó YPF (argentina) cuando esta empresa pública se privatizó (1999) y en ese entonces el PP no puso el grito en el cielo por lo negativo que es que una empresa foránea controle un mercado tan importante como el petrolero (todo lo contrario, más bien), y ya por último, se olvida el PP que al menos el 14,9% de las acciones de una filial de Repsol la tiene una empresa argentina (así que no es siquiera totalmente española) y que el 100% de las acciones de Repsol YPF están en bolsa, y no solo en la española (juega en NY y Buenos Aires).
Pero esto es lo de siempre, el PP dice que no porque el gobierno es indiferente (además de por intereses que no conocemos), y hay que desgastar al gobierno con lo que sea y por lo que sea, y el gobierno es más bien indiferente porque no tiene amigos implicados así que le da tres cuartos de lo mismo. Una postura de mercado, lo que se supone que debería mantener el PP, pediría a gritos que la compra y venta se haga con las reglas del mercado y sin intervención gubernamental, en cambio vemos cómo el partido liberal pide que se pare la compra con un argumento puramente nacionalista, trasnochado, y completamente fuera de lugar teniendo en cuenta que la empresa es multinacional y se ha aprovechado de lo mismo que ahora pretende hacer la rusa. No, peor, mucho peor, porque una cosa es comprar a precio de mercado y otra hacerse con un monopolio estatal cuando se privatizó por cuatro duros mal contados aprovechando un poder político que remataba el país.