El Primer Ministro depuesto, Laisenia Qarase, quien fue evacuado a su pueblo Mavana, en una isla al noreste de Fiyi, llamó a la población para que se manifestaran de forma no violenta contra el nuevo régimen militar. Ante esta convocatoria contraria a los militares golpistas, el líder de los militares, Bainimarama, avisa que reprimirán cualquier levantamiento en su contra, y que si «nos vemos obligados a usar la fuerza, permítanme decir que lo haremos con mucha rapidez» a la par que aseguraba que «Qarase y sus amigotes no van a regresar».
Censura pos-golpe
El Instituto Internacional de la Prensa (IPI) denuncia intimidaciones, amenazas y censura sufrida por muchos periodistas tras el golpe de Estado militar en la república del Pacífico Sur. Algunos diarios y cadenas de televisión han sido censuradas, o evacuadas tras amenazas directas del nuevo gobierno militar. A los distintos medios se les ha prohibido emitir cualquier declaración o comunicado realizado por el Primer Ministro derrecado Laisenia Qarase. El control de los medios es una de las primeras grandes necesidades de cualquier grupo golpista, así se aseguran una podersosa arma que les permitirá controlar de forma más sencilla a la población fiyiana.
Reacciones en el extranjero
Australia y Nueva Zelanda fueron de los primeros en pronunciarse en contra del golpe, pidiendo la restitución del gobierno democrático de las islas y han impuesto sanciones contra el ejército fiyiano. Mientras tanto, Estados Unidos y Gran Bretaña han suspendido la ayuda internacional que prestaban a la república del pacífico sur. El secretario General de la Commonwealth (a la que pertenece Fiyi), Don MacKinnon, manifestó que lo más problable es que los ministros de Relaciones Exteriores de los 53 países de la organización suspendieran a Fiyi este viernes.
El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, condenó el golpe militar y exigió, como suele hacerlo, que se restablezca el orden Constitucional. Siempre que se haga de forma pacífica y dialogada.