Los Derechos humanos y Del Castillo, o cómo mentir descaradamente

Hay veces que nuestros políticos abren la boca para mentir. Directamente. El primer Ministro, Jorge del Castillo, ha declarado que "lo importante es que en el Perú hay un ambiente favorable al respeto de los derechos humanos y nuestro esmero es continuar por ese camino en aras de prevenir y resolver futuros conflictos sociales" (fuente: El Comercio)… ¿Cómo puede decir eso y apoyar la pena de muerte en nuestro país? ¿No ve la gran contradicción? La CIDH tiene un tachón gigantesco sobre el uso de la pena capital (por cuestiones políticas se dejó mantener la existente al momento de ratificar el tratado, pero ese es otro tema). Simple, el gobierno del APRA no sabe lo que son los Derechos Humanos, no saben cómo cumplirlos, y lo que es peor, no quieren saberlo.

Una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visita nuestro Perú y el gobierno hace lo posible por quedar bien, como tiene que ser, diciendo que en Perú se respetan o respetarán los Derechos Humanos, que en ese sentido se acatará toda sentencia y esas cosas. Mientras tanto, los de la Comisión, aplauden las declaraciones del gobierno como muestra de respeto y ganas de garantizar los Derechos Humanos. O los del CIDH son muy tontos o demasiado diplomáticos, espero que sea lo segundo.

En fin, nuestro gobierno no se ve preocupado por los derechos Humanos, hasta ahora se empecina a criticar el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) sin siquiera haberla leído (se induce de sus idiotas acusaciones a la CVR), es que si se quiere criticar un informe tan documentado lo mínimo es leerse el resumen, cosa que muchos no han hecho. Por no decir que de vez en cuando da el apoyo a los militares presuntamente violadores de Derechos Humanos en medidas de privilegio, no de garantía de derechos (sí, hablo de abogados a cargo del Estado sólo para unos sujetos determinados) y, por supuesto, tenemos aún pendiente la infame reforma en proceso para ampliar el supuesto de aplicación de la Pena de Muerte para los casos de violación de menores (de ello he hablado bastante), la tortura en Perú y el que no existan verdaderas posibilidades de ejercer los derechos y que el gobierno no esté haciendo nada al respecto (por más que te digan que tienes un derecho, si te estás muriendo de hambre, es que no se cumple tu derecho a integridad física y de ahí para adelante, ninguno), el que García se siga escapando de la justicia (por más querellas que se interpongan en países vecinos) y nunca vaya a responder por sus delitos (al final, será como Pinochet -guardando las distancias-), de leyes que amordazan a las ONG que tengan intenciones fiscalizadoras sobre el gobierno o sus acólitos (justo las dedicadas a los Derechos Humanos)… En fin, mil y un casos más podrán ver en el cual el gobierno no sólo no cumple los Derechos Humanos, sino que participa activamente para vulnerarlos o salvar a los agresores a escapar de la justicia.

¿Cómo es posible que este gobierno nos hable de que va a cumplir los derechos Humanos y no permite que se procese a Alan García? ¿Cómo es posible que este gobierno tenga tanta cara? Muchas palabras y pocos hechos, mucha hipocresía y poca vergüenza. Y lo peor de todo, demasiadas mentiras. Sabemos que este gobierno no hará nada para mejorar la situación de los derechos Humanos en Perú, más aún, la empeorará (con medidas como la Pena de Muerte, tanto para violadores como la efectiva para terroristas, al lado de las leyes mordaza, etc.).

No una y mil veces al primer Ministro, no te creo, no te puedo creer, no con lo que vemos, no con ver el Perú como está, no con saber qué hace tu partido, no si tengo en cuenta la tradición ambigua y traidora de tu partido, de tu gente, y la tuya, sin ir más lejos. No te puedo creer. Lo deseo, me gustaría que por una vez un político con poder diga que hará algo por los derechos humanos y sea realmente verdad, sin excepciones que malogren lo que pueda hacer. Pero de ti, Don Jorge del Castillo, de todos ustedes señores del APRA, no puedo creer nada.

Realmente me fastidia muchísimo este tipo de declaraciones, llenas de tanta mentira y cara dura. Y me apena, a la par, saber que no se respetan nuestros Derechos, por más que digan lo contrario.

15 años para sacerdote genocida

En 1994 se produjo un genocidio fortísimo en Ruanda (más información al respecto en la Wikipedia o su libro de historia preferido, no vamos a hablar del genocidio en sí), los tutsis y los hutus moderados por parte de facciones oficiales de hutus. Este genocidio, además, provocó una crisis en toda la zona de Grandes Lagos. Para esclarecer este genocidio la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ayudó a crear el Tribunal Internacional para Ruanda (TPIR) que hoy ha encontrado a un sacerdote católico responsable en el genocidio antedicho, condenándole a quince años de cárcel (aviso para medios de la página del TPIR). Athanase Seromba estaba acusado de genocidio y crímenes contra la humanidad en la modalidad de exterminio.

Básicamente, Seromba conocía el ataque contra los refugiados de su parroquia, y luego animó y ayudó a demoler la misma para acabar con la vida de los ocupantes de la misma. Fue una parte activa de una de las tantas matanzas llevadas a cabo en Ruanda en esos negros años y ahora pagará por ello. Y no es que murieran 10 o 20 refugiados tutsis, no no, facilitó la muerte de más de dos mil personas que habían abarrotado su parroquia.

Miembros de la Iglesia Católica tuvieron cierta responsabilidad en varias masacres ocurridas en parroquias contra refugiados que, como siempre se ha hecho, buscaban un respiro al amparo de unas parroquias que, se supone, son casa de todos y refugio de los oprimidos. Hace unos años, dos monjas ruandesas fueron condenadas (en Bélgica, que se declaró competente para ello) por crímenes contra la humanidad cometidos en Ruanda. La Iglesia Adventista del Séptimo Día también se ha visto implicada, uno de sus pastores, Elizaphan Ntakirutimana, fue condenado por el TPIR a diez años de cárcel hace tres.

Está claro que ese sujeto no representa a la cristiandad, como no lo hacen los francos, pinochos y similares personajes de esa derecha reaccionaria que sólo usa a Dios para justificar sus infumables crímenes, y para, a la par, decidir que el Estado o el Mercado están sobre el individuo…

Pero volviendo al tema del TPIR, es reconfortante ver que una institución consiga, poco a poco, ir juzgando a los tantísimos responsables de una grandísima masacre con tan nefastas consecuencias en la que, eso sí, queda por ver la responsabilidad de algunos países como Francia, y gran vergüenza le tiene que dar a la comunidad internacional que realmente permitió que esto pasara, que no hizo nada y que le costó la vida y obra, a países como Estados unidos, calificar el conflicto como lo que era, un genocidio.