En Herrera en la Onda el entrevistado de hoy fue el candidato a la presidencia de Andalucía, Javier Arenas (sí, el PP andaluz ha confirmado que lo presentarán, y hacen bien, ahora que vuelven a tener la oportunidad)… Ya he hablado del tema, de las palabras de Arena sobre la legitimidad del candidato del PSOE andaluz a la presidencia tras la marcha de Chaves a una vicepresidencia un tanto «vacía», pero puesto alto a fin de cuentas. Así que vuelvo a lo mismo, pero más, que no mejor.
No voy a repetir la parte ya dicha (sobre la legitimidad en las urnas y tal), pero sí voy a llamar la atención sobre algo: Arenas elude contestar, y cuando lo hace, mete más la pata. En el programa, tras el soboneo clásico en esas situaciones, el presentador pasa la pelota al resto de tertulianos para que hagan las preguntas «difíciles» o curiosas, así todos remarcan su terreno.
Pues bien, una de ellos preguntó a Arenas si la situación actual no era comparable con otras que en su partido se vivieron, mencionó los casos de Castilla y León y Valencia (ya sabemos, presidentes autonómicos que dejan el cargo para ir al gobierno de España, y que además, designan a su sucesor a dedo), y uno más que no llegué a ubicar…
Arenas contesta que cuando Rajoy sucedió a Aznar como candidato a la presidencia lo era como candidato, no como presidente, y que no se le puso a dedo como se suele decir, sino que ellos votaron (al único candidato posible, puesto por Aznar, se le olvidó recordar) por Rajoy, y que en ese entonces Chaves dijo que eso era hasta anticonstitucional… Esto… ¿Y? Que Chaves es un cacique idiota ya lo sabemos, que se le va toda la fuerza por la boca, pero la pregunta no era esa ni de lejos.
Mientras hablaba algo pasó, una mueca o alguna cara de «pero conteste a la pregunta», ya que Arenas cambió de tercio y comenzó a decir que no entendía que Chaves se pasara al gobierno nacional, que en Andalucía manejaba no sé cuantos miles de millones de presupuesto mientras que en su vicepresidencia tenía 600 millones nomás (¿importa eso? o sea, ¿la importancia de un puesto la da el dinero que se maneja? suena fatal), y que se estaba yendo en su primer año de mandato, que era por lo de cobarde y tal, y que los otros casos no eran comparables, porque había una razón objetiva para que esas personas dejaran sus presidencias y ya estaban al final de su mandato, y mencionó que el nuevo en Andalucía iba a ser un interino durante tres años…
Lo primero, sin repetirme de lo dicho en el otro artículo, de interino nada, presidente con todas las de la ley. Pero bueno, vamos a lo importante (que no siempre es lo primero): ¿Qué razones «objetivas» existieron en los otros casos que no se dé ahora? Porque el tema fue igual, un presidente de gobierno hace cambios en sus ministros y llama a presidentes autonómicos para que ocupen plazas en el gobierno mientras que los puestos de estos presidentes (ahora ex) son cubiertos por gente «designada» (a dedo, nadie eligió a Herrera -en el PP no se votó ni nada, algo que ahora critica al PSOE A.-, que mírenlo ustedes, acá sigue cobernando la autonomía). Nadie, ni por supuesto el PP, llamó interinos a los nuevos. ¿Al de Andalucía sí?
Arenas miente al decir que los otros, los suyos, estaban en el último año de mandato, porque no fue así en todos los casos, en concreto el de Juan Vicente Herrera, que llegó a la presidencia de la Junta de Castilla y León en el 2001, a principios de ese año (el 27 de febrero Juan José Lucas dejó la presidencia para ser ministro, no creo que se haya nombrado al todavía portavoz del Grupo Popular de las Cortes castellanoleonesas -efectivamente, no era ni siquiera consejero del gobierno- el mismo 27 o el 28, así que supongo que a primeros de marzo, esto no lo sé seguro), las siguientes elecciones autonómicas fueron a finales de mayo del 2003, esto es, Herrera fue «interino» durante más de dos años. ¿Doble rasero? ¡Por supuesto!
Arenas, claro está, no explicó la diferencia entre sus compañeros y lo que hace Chaves, ni qué razones objetivas pudieron desencadenar la marcha de los suyos incluso faltando dos años para las elecciones y no permiten analogía alguna con lo de Andalucía y Chaves de la actualidad. Porque, ya sabemos no es lo mismo, no es lo mismo cuando ellos hacen algo que cuando lo hacen otros, es como la reunión entre un magistrado y un miembro del gobierno o político, si el magistrado y el miembro del gobierno son del PSOE alguien debe dimitir, si es entre dos del PP es algo totalmente normal, porque no es lo mismo.
Un ejemplo extra de esto de dejar de ser presidente para un cargo nacional, mejor aun, para ser candidato a un cargo nacional (¿de manejar un presupuesto a no manejar nada de nada y solo ser candidato? ¡Debió ser aberrante para Arenas!), José María Aznar. Ahí, en sus mitos mismos. Manuel Fraga Iribarne, el ex ministro franquista fundador de Alianza Popular (refundado con otros partidos en el Partido Popular), eligió al joven y triunfador presidente de Castilla y León, el madrileño Aznar, como su susesor, éste dejó el cargo para poder presentarse al Congreso de los Diputados en 1989 (fue elegido presidente de Castilla y León en… en… ¡1987! Dos años de «interinidad» de su compañero -que ni se presentó a las siguientes, el pobre-), bueno, se presentaba a las Cortes esperando llegar a Presidente del Gobierno, pero aun faltaba mucho para que el régimen del PSOE comenzara a temblar por todos los lados (corrupción, paramilitares con dinero gubernamental, terrorismo de Estado, inflación, desempleo y un largo etcétera).
Preguntas para Arenas: ¿Fue Aznar un cobarde por dejar su presidencia para ser candidato? Ojo: candidato. Y candidato por Madrid, ni siquiera por Valladolid o cualquier otra provincia de Castilla y León. ¿Es inexplicable que Aznar dejara la política con presupuestos para ser candidato? ¿Fue Jesús María Posada un «presidente interino sin legitimidad de las urnas? ¿Debería pedir perdón, el señor Aznar, por dejar la presidencia dos años después sin «razones objetivas»? ¿¡Cuáles son esas Razones Objetivas!?
Arenas insiste mucho en que Chaves ha salido corriendo de Andalucía, que es un cobarde que deja un millón de parados y que tiene miedo a perder las próximas elecciones y por eso se va como se va (esto último no tiene sentido, con no presentarse ya no las perdería, ¿no? vamos, lo que desde el PP se suele decir cuando se habla de Aznar y aquel 14M, y tienen razón). Lo del millón de parados es cierto, pero Andalucía ya estaba mal antes, y los andaluces siguen votando en mayoría absoluta por el PSOE de allá, así que poco puede temer «a eso».
Hay que recordar que Chaves se comportaba como un cacique, y buena parte de su poder de masas venía del clientelismo de, por ejemplo, desempleados, así que difícilmente jueguen en su contra como para que él se vaya «cobardemente» por ese motivo.
Arenas ahora se presenta como el «yo sí tengo legitimidad en las urnas que Griñán no tiene», pero por favor, al margen de lo ya dicho, el PSOE A mal que nos pese tiene mayoría absoluta. Chaves me parece un mal presidente para Andalucía, pero es que Arenas directamente es un mal político, un mal teniente alcalde en Sevilla, un mal vicepresidente segundo del gobierno, un mal ministro de trabajo, un mal ministro de administraciones públicas, un mal ministro de la presidencia, un mal perdedor (tres veces se ha presentado al parlamento queriendo ser presidente de Andalucía), un mal demagogo, un mal comunicador, un mal populista, un mal mentiroso, un mal practicante del doble rasero, un mal no es lo mismo.