Como minirreseña de hoy toca «Scrabble Dash», juego diseñado por Brian Yu y publicado por Mattel en 2009 en inglés y en 2012 en castellano.
Juego competitivo en tiempo real en el que debemos formar palabras con las cartas que tenemos en la mano.
Vamos al lío:
Características principales
- Tipo de juego: cartas.
- Mecánicas principales: formar palabras.
- Jugadoras: 2 a 4.
- Duración: 10 minutos.
- Nivel de azar: moderado.
- Dependencia del idioma: absoluta.
- Componentes: 95 cartas y el reglamento.
- Edad recomendada: 10 años o más.
- Sobre el tema: ni tiene ni intenta tener tema.
- Nota sobre los materiales: caja ajustada y cartas útiles, nada destacable pero tampoco es malo.
Breve explicación
El objetivo del juego es conseguir cinco cartas de Dash (que se obtienen cuando se gana esa ronda).
La preparación es simple y directa: se separan las cartas por tipo (vocales, consonantes y «Dash»), se barajan por separado. Se reparten 3 vocales y 4 consonantes por cabeza y se ponen las cartas de Dash, bocabajo, en el centro de la mesa.
El desarrollo es sencillo. Una persona revela una carta de Dash y todo el mundo, a la vez, intentará formar una palabra atendiendo a lo que dice esa carta. A veces la carta de Dash obliga a sacar una carta de vocal o consonante (que se puede usar para completar la palabra). Quien primero baje las cartas que forman una palabra, gana la ronda y se lleva esa carta de Dash. Las letras se pueden bajar a la mesa «desordenadas».
Quien gana la ronda descarta las letras usadas y roba tantas de letras como usó, del montón que quiera. Si alguien no puede formar una palabra con sus cartas, puede descartar todas y tomar una nueva mano (pero esa ronda ya no juega).
La partida finaliza cuando alguien consigue su quinta victoria…
Una opinión
Este juego lo traté por encima en la entrada «Juegos de mesa: ¡lengua!» en Lee Los Lunes, pero creo que viene bien hacerle una minirreseña en condiciones, aunque acá no trataré sus otros usos de los que sí hablo en la otra entrada.
Lo primero que se puede decir es que es un juego increíblemente mal valorado en la BGG y creo que se debe en gran medida a que el nombre del juego va en su contra. No es un «Scrabble» de bolsillo o versión cartas, para nada. En castellano, bajo «Scrabble» pone «La marca de juegos de palabras cruzadas»… resignificando Scrabble de la peor forma posible (entiendo el intento de lexicalizar la marca, pero acá les juega en contra). No se parece a ese juego ni en mecánicas ni en sensaciones, más allá de que ambos juegos usan letras para formar palabras. El grande de tablero es una cosa sesuda, pausada, de hacer las mejores combinaciones posibles para ganar cuantos más puntos mejor, mientras que este pequeño y de cartas es un juego de velocidad y de atención; donde prima, en gran medida, la flexibilidad con las cartas. Cualquier persona que acceda a este juego esperando una versión del Scrabble se lleva el chasco de su vida.
Ahora sí, solo hablando de este título: cumple perfectamente su cometido de «juego de formar palabras rápido», donde el azar sí tiene mucho que decir (en el caso que tengas una mano completamente horrible, te toca perder un turno completo para cambiar la mano… y puedes volver a tener mala suerte) pero esto iguala mucho a las personas, en el sentido que a cualquiera le puede tocar malas cartas y también en que siempre puedes echar la culpa a tu mano.
El juego, por lo anterior, no escala demasiado bien; a 2 personas puede que alguien tenga una mala mano y eso significa, si quiere descartar, la victoria inmediata de la otra persona en esa carta Dash (si puede formar palabra, si tampoco puede, se saca otra carta de Dash). A 3 y 4 funciona bastante bien y sí que lo hemos jugado hasta 6 personas, pero ahí verás cómo las cartas de letras dan vueltas rápidamente.
Como juego de formar palabras o dar definiciones, siempre se pueden dar las discusiones si esa palabra vale o no vale; este juego es bastante laxo con esto y la que más problemas puede dar es la de «nombre propio»; cuando lo hemos jugado, se ha decidido que debe ser un nombre que todo mundo pueda relacionar con una persona, cosa o animal y no una palabra totalmente inventada en ese momento que pudiera usarse como nombre de tu próxima mascota o similar.
En general, la gente tiende a ordenar la palabra y decirla antes de ponerla en la mesa, y las reglas priman el ponerla en la mesa primero y decirla después (o a la vez), antes que ordenar las letras. Una vez que esto queda claro, algunas disputas desaparecen.
El juego «pica» bastante, en general, las últimas veces que lo hemos jugado simplemente se termina la partida cuando todas las cartas Dash han pasado a manos de alguna persona, así alargamos las partidas, vemos todas las cartas Dash y nos lo pasamos bien durante todo ese rato, sin preocuparnos demasiado de si tal o cual ha vencido o llegado a 5 victorias. No es un juego que deje buenas pospartidas, se olvida rápido lo que se ha jugado, pero es tiempo bien invertido.