Esta es mi teoría conspirativa preferida en este momento. Se vincula fuertemente con la anterior (no toda la gente que niega la gravedad es terraplanista ni mucho menos, pero es el modelo que mejor le viene al terraplanismo para entender «arriba y abajo» y que su concepción del universo tenga algún sentido). También está fuertemente vinculado con la negación de la rotación de la Tierra.
Al lío, que me pierdo: la gravedad no existe. En concreto, no existe la fuerza de la gravedad. ¿Y qué nos une al planeta o genera «arriba y abajo»? Bueno, múltiples teorías.
Aunque vamos a lo primero: ¿y qué es lo que observó Newton y se lleva tantos años estudiando? ¡Una mentira! Por supuesto que es una mentira. Nos la quieren colar (como con la forma de la Tierra), ¿por qué? No queda del todo claro, tampoco, pero por lo visto, por lo de siempre: si te engañan con esto, te engañan con todo, para que no descubras La Verdad detrás de cómo funciona el mundo, porque claro, el conocimiento es poder y las élites no quieren que conozcas, sino que seas un miembro del rebaño.
La ciencia de la gente que nos miente porque patata, insiste en cuatro «interacciones fundamentales»: fuerza nuclear fuerte, fuerza nuclear débil, fuerza electromagnética e interacción gravitatoria. Por supuesto, hay quien niega las cuatro, porque, ya puestos, hay que negar cosas (que sí, que eres negacionista, toma tu pinganillo conmemorativo con forma de reptiliano y un símbolo masón). Pero hay que centrarnos en algo y la gravedad me parece interesante. Vamos a reconocer que lo coherente, en realidad, es negar las cuatro fuerzas, porque si niegas una y no reescribes las restantes, lo que te queda es un pifostio en física muy difícil de justificar (claro que las reescrituras están a la orden del día).
En todo caso, vamos con la gravedad: una de las razones por las que se niega que exista la gravedad es porque se ha quedado en «teoría» tras tantos años, con lo que si no se ha demostrado tras más de 3 siglos, pues será falsa la cosa.
Voy a decirles algo que igual les sorprenda: efectivamente, la teoría de Newton fue eso, una teoría (con una hipótesis de la ley de la inversa del cuadrado, que nos daría la gravitación universal); aunque la propia existencia de Neptuno, como había aventurado Newton que por ahí andaba un planeta con determinadas dimensiones porque Urano se estaba comportando raro, ya nos daría un poco por válida su teoría, la verdad es que vino Mercurio y nos fastidió el invento.
Pero se sigue usando los cálculos de Newton porque son más fáciles que los que introdujo en la teoría general de la relatividad el señor Einstein que aclaró algunos entuertos y explicaba lo de Mercurio.
Lo de Newton era teoría en el momento que lo propuso porque faltaban datos y experimentos, que se han ido haciendo (¡por supuesto!); si bien la constante de gravitación universal no es tan precisa como nos gustaría, ya a finales del s. XVIII estaba bastante bien demostrada y establecida empíricamente (eso que tanto piden las personitas conspiranoicas para dejar de rajar).
La ley de gravitación universal tiene límites pero es útil y más o menos explica casi todo. Y que dicha ley no sea del todo fina (y esté bien complementada por otros cálculos más interesantes y profundos, es lo que tiene la ciencia de esas élites que nos ocultan La Verdad) no hace que la gravedad no exista, solo haría que nuestra explicación no es perfecta… ¡pero qué digo! Si no existe. ¿Para qué va a existir?
Y acá vienen las conspiraciones: la gravedad no existe porque no se ha demostrado su existencia, lo que hay son otras cosas, por ejemplo, la densidad o el electromagenetismo.
Sabemos que la densidad existe, así que eso es lo que explica que los objetos suban o bajen; si un objeto es más denso que su entorno, bajará, si es menos denso, subirá. Salvo que haya otras fuerzas que arruinen eso, claro, pero lo básico funciona así. En serio, hay mucha gente que niega la gravedad en favor de la densidad.
¿Pero cómo funciona la densidad en el espacio? ¡Es que el espacio no existe! Bueno, al menos hay teorías que dicen que no existe. Una Tierra plana, dentro de un domo, pecera o lo que sea, necesita de una teoría como esta de la densidad para tener un arriba y un abajo (tampoco tengo claro de qué nos protege el domo si no existe nada más allá, pero es otro tema). Otras teorías dicen que, efectivamente, en el espacio la densidad también funciona, lo que pasa es que el espacio no es como tú crees, no hay vacío ni nada de eso. ¡Cuántas cosas no existen! Qué difícil es mantener ciertas mentiras, por eso nos meten nanobots en la sangre por medio de… no, que no quería tocar esas otras teorías que son, en realidad, peligrosas para la salud pública (bueno, luego entro un poco en este tema).
Además, al no existir gravedad y ser todo un tema de densidad contra otras posibles fuerzas, el «centrifugado» de la Tierra en rotación nos mandaría fuera, con lo que nuestro planeta no rota, no puede hacerlo (me gusta cuando mojan una pelota de tenis y la hacen girar para que se vea cómo salen volando las gotas). ¿Que la fuerza de la gravedad de la Tierra actúa como fuerza centrípeta? ¡Satanista! ¿Que la fuerza centrífuga es una fuerza ficticia? ¡Ateo-masón-iluminati!
No he encontrado fórmulas sobre este tema, pero sí experimentos prácticos sobre el comportamiento de sustancias y objetos de distinta densidad, y sí, suben y bajan. ¿Esto choca con la gravedad, incluso con la teoría clásica? No, para nada; el tema de la densidad de los objetos era harto conocido en la época de Newton, pero no es lo que acá nos ocupa. La contradicción forzada solo parte de negar la existencia de la gravedad y de tener la necesidad de reemplazarla con algo más «visible».
¡Pero qué tontos estos de la densidad!, dicen otro de los grandes grupos de la gravedad no existe. Para una facción, lo que hay es electromagnetismo. Es curioso cómo, para esta teoría, parte del consenso científico es válido (interacción electromagnética como una de las fuerzas fundamentales) pero niegan todo lo demás; de hecho, reescriben lo que es esta fuerza para aplicarla a cosas como la Tierra en relación a cada una de las cosas que están sobre la faz de este planeta. Mientras que, para estas personas, la mecánica cuántica fue el pasaporte definitivo para decir que la gravedad no existe, el que dicha teoría hiciera que se tuvieran que reformular cosas del electromagnetismo es algo secundario (total, entienden lo que les da la gana sobre electromagnetismo).
Una de las cosas que reescriben es sobre qué actúa el electromagnetismo, así pues, lo haría con todo, ¿qué es esa manía discriminatoria de decir que solo actúa sobre las «partículas con carga»? ¡venga ya!
En algunas subteorías, no es el electromagnetismo, es simplemente magnetismo lo que nos une a la Tierra; así, sería falso que solo unos objetos tienen atracción y repulsión entre sí, y los tendrían todos (esto… ¿como la gravedad?), aunque a veces no son todos los objetos, son unos los que atraen y otros los que simplemente son atraídos (así, en general, la humanidad es atraída por la Tierra, no lo contrario).
Lo que no encontrado son cálculos que expliquen nada de esto; quiero decir, una de las pruebas contra la teoría de la gravedad de Newton es que es teoría sin experimentación práctica (que esto sea mentira es otro tema), mientras que las teorías alternativas carecen de experimentación (más allá de cosas muy caseras que difícilmente demuestran… bueno, no demuestran ni pericia haciendo cacharros); lo que sí he encontrado son muchas explicaciones verbales enrevesadas que justifican esto.
En todo caso, uno de los argumentos que más he leído para refutar la teoría de la gravedad (la de Newton) es que una hormiga no se ve atraía por un edificio de 20 pisos… citan, incluso, la fórmula de cálculo de la fuerza de gravedad (F=G*m1*m2/d²). Esto… mmmm… ¿cómo que no? La cosa es que es una fuerza absolutamente insignificante en un entorno con otras fuerzas que se contraponen. Por decirlo simplificando muchísimo, ese edificio y esa hormiga no están en el vacío, ambos están sometidos a múltiples fuerzas, entre otras, la propia gravedad de la tierra.
Pero, vamos a calcularlo: tenemos una hormiga de tamaño medio (2 mg de masa) y un edificio, digamos, el más alto del mundo (Burj Khalifa), que tiene una masa de medio millón de toneladas, y se encuentran a 2 metros de distancia. La fuerza ejercida entre sí (la atracción mutua) es de 0,0000000166852 N, pero la hormiga está sometida a otras fuerzas, entre ellas, no podemos obviar la gravedad de la propia Tierra: entre el planeta y el bichito hay una atracción de 0,000019610164 N (más o menos), esto es, nuestro pequeña amiga tiene una fuerza que la empuja hacia «abajo» (hacia el centro de la Tierra) más de 1175 veces más poderosa que la atracción que ejerce el edificio más grande del mundo a dos metros. Lo que no termino de ver claro es cómo la relación entre la hormiga y el edificio puede ser el ejemplo de la negación de la existencia de la gravedad cuando, al menos con las fórmulas clásicas, se explica perfectamente por qué la hormiga no sale disparada en dirección al edificio.