Admito que me equivoqué. Estaba casi seguro que la suma de PP y PSOE se mantendría, como poco, en el 60% (nunca habían bajado de esa suma y, normalmente, el voto era bastante parecido que para el Congreso de los Diputados); pero no, no han alcanzado el 50% (49,07% al 98,8% escrutado). La caída de los dos grandes partidos es inmensa. Háganse cargo de esta derrota electoral, entre los dos han perdido un 40,7% de los votos que tenían (pasando de casi trece millones a los siete millones y medio), se han dejado la friolera de 17 escaños (el PP cae 8 escaños y el PSOE pierde 9). Aún siguen siendo la primera y segunda fuerza, aún son los ganadores en casi todas las autonomías (salvo el País Vasco y Cataluña). Hay muchos «aún», pero deberían haber aún más dimisiones en ambas formaciones. Por lo visto, diez partidos tienen eurodiputados por la circunscripción española, algunas formaciones importantes recuperan su tercer lugar triplicando votos (como la coalición de IU y sus amigos) y otras formaciones entran con fuerza (como la -para mi gusto- demasiado personalista Podemos). Ah, claro, ganó la abstención (pero menos que en el 2009).
Les prometo una entrada más seria, larga y aburrida sobre lo que ha sido esta jornada (donde con horror veo el alzamiento de la ultraderecha en algunos países con tal fuerza que…), también un poco de «juego» con los resultados (como he hecho en alguna otra ocasión).
Un comentario en «En España pierden los grandes»