Hace muchos días, recuerdo, salió la noticia de cómo la municipalidad de Lima se iba a poner «dura» estas fiestas con el tema de las fachadas y banderas, sí, para las fachadas habría un perdón para las familias sin recursos (igual la multa no la podrían pagar), no una ayuda para pintarla, un perdón, que se vea que son pobres al no poder ni pagar la pintura ni la multa… Pero con las banderas nada, no había excusa, que son un puñado de soles para tener la bandera para toda la vida. No se cuestionó una de nuestras más absurdas leyes, esa que nos obliga a ser patriotas, a izar la bandera. Quien quiera que la ice, faltaría más, pero, ¿y los que no queremos? ¿Los que no nos sentimos representados por nación alguna? Así que nada, «celebrando» la independencia a Perú (y llorando la dura derrota de Alianza por el ATM), la vigésimo segunda tira de Igualito va de banderas (la anterior tira fue el final de la saga en las tierras de Canaán, hablando de muros y tal).