¿En diez años nos vamos a arrepentir? Puede, pero no queda otra
Hugo Neira plantea que si elegimos a Ollanta Humala en 10 años nos vamos a «arrepentir», como pasó con la elección de Fujimori frente a Vargas Llosa en 1990. Fujimori salió rana, como también pasó con Alan García (tanto su primer gobierno como este segundo) y antes con Alejandro Toledo. No es que hayamos tenido mucho tino en los últimos cientos de años con nuestros gobernantes, sean «electos» o «autoproclamados». Ollanta Humala no es mi opción preferida, es, posiblemente, uno de los últimos candidatos por los que hubiese votado, pero como todo lo relativo, si el penúltimo (tampoco lo es) se enfrenta con la última, la decisión favorece al «menos malo», sin eliminar la idea de que es «malo».