La legislación electoral es clara: «A partir de la convocatoria de las elecciones, al Estado le está prohibido, a través de publicaciones oficiales o estaciones de televisión o imprenta, públicos o privados, efectuar propaganda política en favor o difusión de información en contra de cualquier partido, agrupación independiente o alianza.» (artículo 192 de la Ley Orgánica de Elecciones, Ley Nº 26859, aplicable según la DCyT Primera de la Ley Nº 26864 de Elecciones Municipales). El Estado no puede posicionarse en contra de una opción política, el Presidente, como jefe del Estado, es el representante del Estado, ¿qué rayos hace García diciendo cosas como esta: «No entreguemos la Educación a intereses sindicalistas»? Y seguimos con el «y vienen los rojos».
Es casi una costumbre que los políticos hagan/digan lo que les da la gana y nadie se meta con ellos por tener el poder en las manos. Igual sucede con congresistas y ministros, siendo el mejor ejemplo de ello el impresentable de Rafael Rey.