Sigo alucinando con la férrea disciplina de voto en el PSOE. No puedo creer que los 169 diputados sean igualmente favorables al tijeretazo del gobierno, por más que sea «su» gobierno. Todos y cada uno de los diputados del PSOE son corresponsables del plan de ajuste del gobierno. Y me sorprende que el PP haga gala de defensa de los trabajadores diciendo que ellos no harían pagar la crisis a los trabajadores cuando hace unos meses (y aun lo defienden) para salir del embrollo financiero proponían abaratar el despido y congelar el sueldo de los funcionarios (cierto que nunca propusieron bajárselo, pero tampoco apoyaron el incremento de 0,3% aprobado el año pasado para este). La única diferencia entre lo aprobado por el PSOE y lo pedido por el PP está, en esencia, en la congelación de las pensiones contributivas no-mínimas.