Sonia Sotomayor entra por la puerta grande a la Corte Suprema de Estados Unidos y el Mundo Hispano, dentro y fuera del norteño imperio, está que no puede ni ir al baño de la emoción. ¡Incluso algunos republicanos la han votado! Esperen, ¿eso es bueno? Al menos no es malo. Se destaca, en (casi) todos los medios que hablan sobre el tema se destaca por encima de todo que es la primera juez hispana en dicha instancia judicial, la más importante en un país donde la Jurisprudencia va a misa.
Su origen étnico no me importa demasiado (un país en que cualquier movimiento dentro de los integrantes étnicos que entran a las instituciones es noticia, es un país donde el racismo sigue siendo importante, y los pequeños hechos son símbolos de cambio, por ese lado bien, lo malo es que «lo importante» sea ese hecho étnico y no lo demás), aunque muchos republicanos, de los que han votado en contra de la designación, afirman que es una jueza parcial en favor de las «minorías étnicas», que decide «contra los blancos», y lo dicen a sabiendas que en Estados Unidos, a igual delito, la condena al integrante de una minoría étnica, máxime si pertenece a una clase social baja, es en promedio más alta que la de un blanco, sobre todo si es de una clase social alta (con lo que nos encontramos con un hecho de clase ocultado normalmente por los medios y los interesados de las clases altas, que es sumar al hecho racial el de clase).
Sonia María Sotomayor, además, es la tercera mujer que llega a la Corte Suprema, lo que no habla demasiado bien del circuito judicial en el acceso a los puestos más altos en términos de paridad (y no hay pocas mujeres en cortes federales, pero el Supremo es otra nota), como lado positivo, van a coincidir dos mujeres en la CS (la veterana Ruth Bader Ginsburg, elegida en el 93 por la mayoría demócrata, la primera llegó de la mano de los republicanos a principios de los ochenta). Sotomayor es estadounidense en todo el sentido de la palabra, nació en el Bronx en 1954, de padres portorriqueños (por tanto, también ciudadanos estadounidenses), si hablamos de descendientes de inmigrantes, Obama sería «más extranjero» que Sotomayor (el padre de Obama no era estadounidense de origen, los de Sotomayor sí), aunque Sotomayor pertenezca a una etnia que, en el imaginario estadounidense, es de «inmigrantes», cosas de la vida.
Pero a lo que iba, de poco sirve indicar que Sotomayor es hispana, esto significa más bien poco, igual que recordar que es mujer, otra vez, eso no nos indica nada. Un ejemplo de lo que digo: ¿Qué hizo Margaret Thatcher por la igualdad en Reino Unido? Lo importante, en otras palabras, no es ni el sexo de la persona ni su origen étnico, sino su integridad e ideología (lo primero la validaría como magistrada del Supremo y lo segundo como candidata idónea desde una perspectiva ideológica). Además, que haya negros o hispanos en un gobierno como el estadounidense no significa nada, y bien lo sabe ahora Obama.
En la Wikipedia en Inglés hacen un buen resumen por la carrera como juez de esta señora, tanto en la corte de distrito federal como en una corte de apelaciones, en la primera, es interesante la interpretación amplia que hace la juez sobre el derecho a exigir información al gobierno de Estados Unidos, y también la interpretación que hace de los derechos de autor, con la que no estoy demasiado de acuerdo (acorta por un lado el fair use y extiende los derechos del editor sobre una obra de periodistas independientes contratados).
El trabajo en la corte federal de apelaciones es más interesante (y jurisprudencialmente más importante), dio un espaldarazo al gobierno de Bush al determinar que el gobierno es libre de favorecer posturas o anti o pro aborto con su dinero, y que eso no afecta a la igualdad de protección ante la ley (así pues, el gobierno de Bush trató distinto a los centros de planificación familiar que informaban sobre el aborto que a los que eran antiabortistas), lo que fue tomado por los anti-abortistas como una victoria.
Sobre la primera enmienda, la libertad de expresión, Sotomayor tiene un concepto amplio, aunque quien emplee dicha libertad lo haga para ofender (no es causa de despido el mandar comentarios racistas, por ejemplo), se ha posicionado en contra de la limitación de dar cierta información que sale a la luz en audiencia pública durante un juicio (en este caso, el nombre de los jurados; este tema es harto interesante la verdad). Aunque si la ofensa va contra la autoridad y puede crear problemas, se ve proclive a prohibir las manifestaciones públicas.
Con respecto a las armas, la segunda enmienda de la constitución (porque en ese país se dio primero el derecho a portar armas que a ser libre, y bien lo saben quienes eran esclavos mientras sus amos portaban pistolas legalmente), digamos que se ciñe a lo que hasta ahora ha dicho la Corte Suprema (donde el tema queda matizado para las legislaciones estatales, siendo la segunda enmienda solo aplicable a las instancias normativas federales).
Es interesante el avance sobre las razones por las que se puede demandar a una empresa privada, por violación de los derechos civiles, si la misma trabaja (en nombre de) para el gobierno federal, aunque aun está un paso por detrás de doctrinas de tribunales como el de Derechos Humanos Europeo, que ya considera que se pueden violar derechos fundamentales (en casos que pueda atender este tipo de tribunales) no solo por los gobiernos, sino también por cualquier persona privada si está en posición de superioridad sobre el afectado por la actividad de la persona privada.
He realizado, como ven, un pequeño resumen de algunos de los casos mentados en el artículo de la Wikipedia, ahí pueden encontrar más información y las referencias usadas. ¿Qué perfil tiene Sotomayor? Muy positivista (supongo que esto cambiará, ahora ella estará en una posición de cambiar lo positivamente existente), defensora de la propiedad, de la autonomía del gobierno (y de la autonomía de los estados federados frente a la federación), y de algunos derechos civiles. Sotomayor, tan histórico su hispano nombramiento, no tiene un perfil distinto al resto de demócratas de la Corte Suprema, así que lo único relevante es su origen étnico para que sea tan noticia. ¿Que puede que me equivoque y esta señora marcará un antes y después en la CS? Sería bueno, al menos sería una razón más relevante para que el nombramiento de una demócrata por un gobierno demócrata sea noticia mundial.