Esta entrada es de puro politiqueo, de ese desagradable. La campaña política para las elecciones europeas en España se ha vuelto, por culpa y gracia de los dos partidos mayoritarios que copan los medios de comunicación, en el tú tienes más corrupción y nepotismo. Y donde el No Es Lo Mismo® parece el verdadero lema. El Partido Popular ha sido tan torpe de lanzar al PSOE un búmeran en vez de una flecha, y ahora está recibiendo el golpe que pretendió dar. Sí, hablo del uso de los aviones militares para fines privados.
Lo primero: La utilización de recursos públicos para fines privados siempre rozará lo antiético, cuando no la ilegalidad, aunque pueda estar parcialmente justificado por temas de seguridad. Si un funcionario o cargo electo utiliza en su favor, digamos, un vehículo de titularidad pública para un desplazamiento privado (coche oficial, helicóptero de cuerpos de seguridad o aviones del ejército), y existe una razón para que sea preferible el medio público al privado, lo mínimo, lo más que mínimo, es que el coste sea reembolsado, al menos el combustible si no existe con qué comparar el coste de mercado del bien utilizado. En otras palabras, que Rodríguez Zapatero pague lo que costaría alquilar un vuelo semejante al que usó para los desplazamientos partidistas.
Lo segundo: No entiendo con qué idea el PP eligió este tema para lanzar cuchillos al PSOE, sobre todo teniendo en cuenta que, lo más seguro, ellos hicieran (y hacen) lo mismo. Hace poco, sin ir más lejos, salieron denuncias en La Rioja por utilización de vehículos oficiales y de sus conductores pagados por el gobierno autonómico en actividades puramente privadas (los conductores estaban hartos de hacer de chicos de los recados).
Todos tenemos en la mente el accidente del helicóptero de la policía madrileña con Esperanza Aguirre y Rajoy en un acto que NO era oficial, y por último, durante el gobierno de Aznar los miembros del mismo usaban los vehículos públicos, como el avión que ahora usa RZ para ir a actos de su partido (o de vacaciones, eso siempre se decía con las idas y vueltas de los Aznar, contando el especial de El Escorial para la boda de la hija del ex presidente (y todo lo público que se movilizó en Madrid para esa ocasión)…
¿Qué pensaban? ¿Que no saldrían documentos de los usos privados? ¿Qué pensaban los medios de la derecha que han llenado primeras páginas con el tema, que el PP saldría reforzado y no se destaparían sus viajes en aviones militares? ¿Darán la misma relevancia a las nuevas noticias como a las ya sacadas en primera plana?
La respuesta del PSOE fue simple (triste, pero simple): Esto es algo que todos han hecho y que por seguridad nos recomiendan hacer. Al parecer al propio Felipe González, en el 82, «le obligaron» a tomar un avión militar en vez de un vuelo privado para ir a un acto político de su partido. Hubiese sido mejor que el PSOE reconociera que debía pagar una factura al menos, pero no lo hizo, mantuvo la postura que era lo que se hacía siempre y cuando el beneficiario no sea candidato.
Mientras tanto, el PP inició ataques por todas las bandas y negó, por boca de sus afectados (como si la palabra de gente como Aznar «Hay Armas en Iraq de Destrucción Masiva» y de Trillo «No Hubo Errores en La Identificación, y si los Hubo, Asumiré mi responsabilidad» tuviera valor alguno), que utilizaran los aviones militares para actos del partido o privados, cuando, al parecer, durante el 2003, en la campaña electoral, los ministros de esa época, del PP, se movieron bastante por toda España para acudir a actos de partido, algunos aprovechando viajes oficiales (coincidencias de la vida) y otros tanto sin actos oficiales de por medio.
Encima, tras salir la noticia de los múltiples usos por parte de los ex ministros, Rajoy lo niega, cual Pedro, tres veces. Luego se echa para atrás, caballero nomás, documentos hay que lo prueban y contra eso nada, ni mu puede decir, así que toca aceptar, lo justifica en esas coincidencias de actos oficiales y partidarios (qué bien arman la agenda algunos) y luego ataca al gobierno. ¿Manotazo de ahogado? Insisten en que nunca usaron los vehículos para actos puramente partidistas, al menos no los aéreos, porque los coches oficiales obviamente sí (el propio Mayor Oreja lo ha reconocido, motivos de seguridad mediante). ¿Así que si haces un acto oficial de cinco minutos ya puedes usar el avión del ejército para el desplazamiento y luego estar dos días de actos de campaña? Curiosa forma de verlo.
Rajoy sabe de primera mano el uso que le dio a los bienes públicos (¡porque él los usó!), no puedo creer que sea tan estúpido como para caer en su propia trampa. Espero que en el PP esté rodando la cabeza del lumbreras que decidió usar este tema, de la forma que lo han hecho además, para desgastar al PSOE.
En todo caso: Esto debió terminar como lo de los ingleses, aunque algo sea legal no significa que sea correcto, como digo, si se acude a un acto puramente privado, lo mínimo es que se pague algo por el desplazamiento. Lo mismo para carros oficiales, claro. Que se cambie esa costumbre que permite un aprovechamiento privado de lo público.
Igualito que en Perú, tanto los politicastros de izquierda como los de derecha son ‘hermanos’ y ‘compadres’ es aprovecharse de los bienes públicos, de embolsicarse dinero del pueblo con facilidad, de usar los recursos públicos sin desparpajo. Solamente recuérdese el escándalo de los VALES DE GASOLINA de los congresistas, donde más de 80 parlamentarios incurrieron en ello, es decir congresistas de izquierda como de derecha pero con dinero del pueblo, por ello advertí en mi programa radial desde antes de que estallara dicha noticia, que en Perú el alanismo tiene a la OPOSICION ‘bajo planilla’, es fácil pagar ‘bajo la mesa’ a tanto politicastro ‘vendido’ y sobre todo ‘vividor’ como es el caso de la denuncia de JOMRA de la oportunidad.
Salud
Sí, básicamente esto tiene el mismo «fondo» que lo de los vales de gasolina, los gastos operativos de los congresistas, los pagos no regulares en el parlamento europeo a los asesores – consultores y los gastos en la cámara de los Comunes en Reino Unido con los gastos imputables al erario. Todo está dentro del «aprovechamiento» de lo público para lo privado.
La diferencia suele estar en cómo responden los políticos una vez «pillados», y ahí se nota que España se parece más al Perú que a sus compadres europeos :P.
Hasta luego y gracias por el comentario ;)