¡Si fuera sólo uno! resoplarán muchos al leer el título de la presente nota, y tendrán razón. Pero me quiero referir a uno en concreto: Lo mal que se están haciendo las cosas en el tema de la contratación de docentes, lo improvisado que todo parece y, lo que es peor, los malísimos resultados de los postulantes a maestros. Es cierto que esto último, en cierta medida, puede deberse a todo lo anterior, pero no es justificable, en general, la baja formación existente entre quienes se presentan a las pruebas para ser profesor, o entre los propios profesores que actualmente forman a los pequeños peruanitos.