La represión generalizada a la población palestina por parte del gobierno de Israel es brutal, sin tapujos, y desde cualquier punto de vista, desmedida. Dicha represión debe considerarse un genocidio en toda regla, un castigo generalizado a una población que no hinca las rodillas ante los caprichos de una teocracia como la israelí. Tienen el cuajo de asegurar, desde el propio gobierno, que van a «desconectar Gaza», empeño en que vuelcan sus esfuerzos desde hace más de dos años, y que ha llegado a puntos insostenibles en los últimos días, y tienen la sinvergüenza de decir que seguirán «dando» gasolina y gas por «razones humanitarias», cuando han dejado sin «mundo moderno» a toda la población (más de un millón y medio de personas).
Han declarado, autoridades israelíes, que si los palestinos se han abierto camino hacia Egipto (ante una situación crítica, los palestinos no vieron otra salida que derribar el muro que les separa del país africano para poder abastecerse de lo más básico, y se ha visto un éxodo masivo desde la Franja de Gaza a Egipto, una situación que en cualquier parte del mundo se vería como intolerable sin más adjetivos edulcorantes de la realidad), ya no tienen responsabilidades de abastecimiento de dicha zona, en tanto que desde otros gobiernos se puede abastecer la Franja (que, no lo olvidemos, fue conquistada por Israel tras la guerra de 1967, antes era gobernada por Egipto que había tomado el control de la zona tras la guerra árabe israelí de 1948, iniciada tras la partición de Palestina).
A su vez cabría indicar que Israel en un primer momento se opuso a que los egipcios abastecieran a sus hermanos palestinos. Israel llegó a acusar a Egipto (que permite el ingreso de los palestinos para que compren víveres y vuelvan a la Franja, siempre y cuando no lleven armas encima) de incumplir la normativa internacional (qué sinvergüenza hay que ser para hablar de incumplir la normativa internacional, cuando ellos no respetan ni la letra ni el fondo de la misma) ya que no respetan, según Israel, los acuerdos firmados sobre la frontera. Israel arguye el miedo ante el posible ingreso de «insurgentes y armamento» en Gaza desde el lado egipcio. Mientras tanto, fortalece el brutal bloqueo que deja sin agua y comida a la población entera en castigo de no estar de acuerdo con el genocidio israelí sobre los palestinos. Desde Egipto se asegura que se cumplen los tratados (y siempre debemos indicar que la frontera fue rota desde el lado de Gaza, que buscaban ayuda humanitaria, víveres en todo caso, y que negar eso, por más tratados sobre fronteras, no es humano en ningún sentido) y no permiten que los palestinos se queden en Egipto, y bloquean el paso hacia las ciudades importantes del país.
Eufemismos
Flaco favor se le hace desde esa prensa occidental tan «defensora» de los derechos humanos a dichos derechos cuando utiliza una serie de eufemismos intolerables para referirse a la actividad militar israelí. El término «ataque selectivo» para referirse al asesinato no puede pasarse por alto en ningún caso, mucho menos referir en una noticia «un ataque selectivo contra un coche en el que iban dos supuestos militantes de Hamás que han fallecido en el acto» en vez de decir «son asesinados dos personas por un ataque del ejército de Israel sin mediar provocación», que refleja mejor lo sucedido (por cierto, la cita eufemística la estoy escuchando en este momento).
Estados Unidos se empeña en comparar el ataque con cohetes (que, con todo lo que se pueda decir, no han matado a tanta gente como las bombas israelíes) con el sumir a más de un millón y medio de personas a condiciones infrahumanas y de arresto en su propio territorio con un bloqueo brutal. Mientras que el Consejo de Derechos Humanos aprueba una condena de dicho bloqueo, Estados Unidos coarta al Consejo de Seguridad (que en el asunto de Israel se demuestra como el órgano más inútil del Derecho Internacional, siendo, para estos casos, el más importante) e impide que condene los actos si, en la misma condena, no se critica con aire de justificación a Hamás por permitir o incentivar los cohetes contra territorio israelí.
No es raro que Israel admita el asesinato, a fin de cuentas, Estados Unidos, su principal padrino o valedor internacional, realiza la misma práctica (aunque sin declararla de forma tan clara), el gobierno israelí se utiliza el asesinato por «crímenes menores», cualquier persona posiblemente relacionada (¡relacionada!) con actos como el lanzar cohetes puede ser asesinado sin mediar juicio alguno. ¿Es Israel un Estado de Derecho? ¿No les recuerda a la «mano dura» de Fujimori en el Perú? Es lo mismo, totalmente lo mismo, o mucho peor.
Israel practica el terrorismo de Estado en su forma más pura y cruel, donde para matar a una persona se puede encerrar a un millón y sumirlos en la desgracia, y si desean asesinar a un sujeto teóricamente implicado (sin juicio condenatorio que medie la medida) se puede lanzar una bomba (misil teledirigido dicen) aunque se mate a una decena más de personas (para encontrarnos con otro duro eufemismo, «daños colaterales»). ¿Qué les diferencia de esos sujetos que se atan una bomba y matan a una decena de personas? Pues que ellos, el gobierno de Israel, cuenta con una brutal fuerza represora y controlan el Estado, en otras palabras, están en la posición de superioridad y nada autoriza al Estado a matar, asesinar, impunemente saltándose cualquier planteamiento de derechos humanos (como es, por ejemplo, el derecho a no ser condenado sin juicio, y no ser asesinado por tu Estado).
Estoy a punto de soltar una burrada y bien gorda, porque nunca se debe meter a todo el mundo en el mismo saco, pero es que es lo que llevo sintiendo desde que Israel existe como estado: años siendo asesinados por los nazis para que ahora los israelitas se conviertan en verdugos.
En serio, tengo un odio atroz al estado israelita, porque me pongo en el lugar del pueblo palestino y te juro que movería el mundo para aniquilar a semejantes carroñeros usurpadores.
Bueno, ya lo he soltado. Ahora volveré a ser un ciudadano modelo y no diré nada contra los amiguitos del señor Bush… GRRRR
Qué hubieras podido decir si estuvieras escribiendo este post en enero de 2009. Si hace un año lo que aquí escribiste ya era cierto, la realidad lo ha dejado corto. La situacion descrita aquí parece el paraíso al lado de lo esos miserables judíos están haciendo hoy en Gaza.
Yo no hablaría de JUDEONAZIS, estas generalizaciones son peligrosas y carentes de fundamentos. Yo soy judío y soy uno de los promotores de la campaña contra el ataque a los palestinos y levanto mi voz, como la de muchos otros judíos, como judío, no solo como una persona preocupada por los derechos humanos de un pueblo subyugado. En Israel mismo hay israelíes judíos manifestando en contra del Estado y muchos otros judíos israelíes que han dejado Israel para vivir en otros países como forma de repudiar y denunciar los crímenes que en Palestina se cometen.
Del resto, comparto con el lector que el autor de esta nota, escrita hace un año, podría reproducirla nuevamente y se quedaría aún corto en sus apreciasiones. Pero distingamos: Israel no es sinónimo de judíos del mundo.
El ataque perpetrado por Israel hacia gente inocente, civiles, niños desprotegidos no será olvidada. La mundo contemplará tarde o temprano como la bandera de la vengaza flameará en el horizonte. Que Dios los ayude.
Chinasklauzz