Es interesante ver cómo la violencia es perseguida a veces sí y a veces no, y cómo se grita «ilegalización» en una dirección pero no en el resto, cuando todos pueden, así, a bote pronto, caer en el mismo agujero legal llamado «Ley de Partidos Políticos». La Extrema derecha es violenta, sin lugar a dudas, es contraria a todos los valores democráticos de los que tanto se llena la boca la letra de la ley de partidos (en muchos casos siguen apoyando una dictadura ya extinta) y tiene, entre sus miembros, terroristas no arrepentidos.