A todo esto, también es muy importante, para los dos que van primeros, asegurarse que no tengan un techo electoral que favorezca al contrincante en segunda vuelta, hoy por hoy, confiar en una victoria en primera vuelta es, cuanto menos, inocente. El plan de UPP parece que va en ese sentido, en levantar el techo electoral que tiene (que es mucho más bajito que el de Lourdes).
Ahora, volviendo al tema (qué disperso ando), la confianza desmedida en los votos de los indecisos puede verse como una luz de esperanza para evitar que los “ya decididos” (pero no de forma tajante) sigan pensando en la victoria de su candidato, jugando con los números, y sumándose un porrón de votos provenientes de los indecisos, así el “aún podemos” se vuelve una “realidad ficticia” (toma contradictio in terminis) casi tangible, una bandera de esperanza en una victoria que, espero, no se dé.
A todo esto, en una que nada tiene que ver con el tema, leo que UPP cambia su logotipo por una “olla de barro pintada con los colores rojo y blanco”. He de reconocer que me encantan los símbolos de los partidos peruanos, son la mar de originales. :P.