El gobierno indica que Observará (vetará) esta Ley de Libre Desafiliación, no sin razón, calcula que el gasto es demasiado elevado (y que el parlamento por iniciativa propia no puede aprobar proyectos que supongan gastos -de “esta” forma-… es que tenemos un sistema que deja mucho que desear)… podemos encontrar los fundamentos del gobierno en esta materia en una Memoria.
Pero ¿Qué es lo importante? La propia memoria reconoce que “son los afiliados más pobres del SPP los que mayores incentivos tienen a retornar al SNP, en vista que no podrían autofinanciarse una pensión elevada en el SPP y obtendrían una mayor pensión.” Y Claro, eso significa que el Estado tendría que subvencionar parte de esta pensión. Así que debemos decidir qué tiene más peso, el que un jubilado pueda vivir de su pensión (y recurramos a la solidaridad intergeneracional) o que el sistema de Pensiones privados consiga tener beneficios grandes todos los años…
Otro problema es que las cotizaciones son distintas, el 13% en el Sistema Público, y 8% en el Privado. Siempre se puede conseguir vías de conciliación, pero esto debe ser secundario al bienestar de los pensionistas, la pensión autofinanciada es irreal para todas las rentas medianas y bajas, jamás podrán mantener siquiera un sistema de vida semejante (aunque algo inferior) del llevado mientras trabajaban. En todo caso, este es un problema que surgió en la apertura del sistema privado (al tener una configuración “errónea”), que ahora nos toca pagar (porque, obviamente, estoy de acuerdo con esta ley de libre Desafiliación).
Hay cosas que son ciertas en los dos argumentos, la libre elección de Sistema de Pensiones se cumple actualmente (y no, eso de papelitos firmados en “sí, le he contado todo” suelen firmarse sin que medien palabras o informaciones, pero no es el tema en estos momentos), este cumplimiento no es la configuración de una fórmula en concreto, sino que se encuadre en ciertos parámetros. Aunque por otro lado, una ley que permite la libre desafiliación para entrar en otro sistema permite una mayor libertad (una libertad sin penalización) y responde a un pedido social (tal vez “minoritario”, pero existente) que si se hubiese atendido hace años (esta petición no es nueva) no resultaría al gobierno tan cara.
¿Cómo podría cubrir el estado el sobrecoste (decir que no lo hay es cerrar los ojos, seamos sinceros en esto)?
“- Incrementos en la tasa de aporte a los trabajadores activos en el SNP, con lo que su ingreso disponible se reduciría;
– Reasignar recursos del Presupuesto Público con lo que otros sectores se verían afectados (programas sociales, gasto en educación, etc);
– Recurrir a una mayor carga tributaria, afectando a todos los contribuyentes;
– Incrementar el nivel de endeudamiento interno o externo” (según la Memoria, página 5).
La primera es una “mala” idea, a no ser que se hiciera de forma progresiva (cobrar aún más a los que más aportan, mantener los que menos en el mismo nivel), pero sería un poco inviable por el escaso número de pensionistas de las altas rentas en el Sistema Público. La última opción es actualmente una mala idea, ya debemos demasiado, cuando la vayamos pagando podemos pensar en el déficit otra vez, por ahora no es tan buena idea.
La segunda, es buena idea, pero no de los sectores que nos pone (¿Se han dado cuenta qué sectores escoge el informe? Eso es hacer trampa). Una disminución del gasto militar sería una buena idea, pero esto para cubrir parte del costo total de una norma que favorecerá a los asalariados con las rentas más bajas. Así pues, vamos a recurrir a una mayor carga tributaria, otra vez escogen mal el blanco (o de forma “tramposa”) y habla de una afección a todos los contribuyentes, no tiene por qué ser así. Simplemente podemos gravar más las rentas más altas afiliadas al sistema privado (que cotizan al 8%) en un par de puntos (sin que llegue a 13%, para que no digan que se estaría defraudando a su capacidad de elección si les sale más a cuenta no estar en el Sistema Privado que en el Público), y reformando los impuestos directos para que sean más progresivos (de paso aprovechamos para bajar los indirectos, que en Perú son demasiado altos), con lo cual podríamos conseguir que la afección a los contribuyentes con rentas medias y bajas sea lo menor posible, en beneficio de quienes menos capacidad adquisitiva tienen y sin que suponga un gran perjuicio para las rentas altas (vaya, no estoy hablando de expropiarles nada :P).