para pasar, constantemente está pasando, no hace otra cosa, pero lo que
realiza, pasar, es totalmente perfecto, de forma interrumpida, lineal,
perfecta.
Y el Tiempo nos ve a nosotros, pasa por nuestras vidas de forma
total, desde el inicio hasta el final, él es la causa de que todo tenga
un inicio y un final, él es la causa de la constante quiebra de la
quietud, él es la causa de que haya energías, sin su pasar no habría
nada ¿o sí?.
decidió que lo suyo era una constante de lo más rutinaria, quería ver
lo que hacía, quería ver por donde pasaba, su trabajo no le dejaba
ningún momento para nada. Así pues, el Tiempo se detuvo a observar el
camino por donde siempre pasa, el Tiempo, omnipresente, se focalizó en
un punto en concreto, y se puso a mirar, un paisaje impresionante, una
ola que comenzaba a romper sobre un peñón, en una costa idílica llena
de personas realizando las más variadas actividades, pero todo estaba
fuera del tiempo, congelado, sin vida.
El Tiempo veía esta escena y se preguntaba en dónde estaba la
grandeza de todo eso, tanto había oído hablar del dinamismo del Todo
que llamamos Existencia que no terminaba de comprender nada, toda su
omnipresencia, todo su potencial desplegado al pasar eran totalmente
inútil, lo veía todo en estos momentos, y ese todo se resistía a
siquiera mostrar algo de vida, a mostrar algo más que una parca imagen
congelada.
El Tiempo es Demasiado grande, omnipresente, continuo, como para
entendernos, a nosotros, pequeños mortales, que vivimos durante menos
de una fracción del parpadeo del Constante Tiempo, pero aún, somos
incomprensibles, somos únicos en nosotros mismos, impredecibles y no
estamos subordinados a nadie más que a nosotros mismos.
No podemos entender al tiempo, podemos verlo, podemos sentirlo y
vive el hombre que lo sufrimos, pero sabemos que ni el Tiempo ni
ninguna otra fuerza es comparable con nosotros mismos, estamos por
encima de ellos por el simple hecho que para ellos somos
incomprensibles…
Un comentario en «El Tiempo, lo que sabe hacer, es pasar.»