Hace no mucho se decía que la literatura, para que no le pasara lo mismo que a la música o al cine, tenía que adaptarse pronto y bien a los nuevos tiempos, a los formatos digitales y tal, publicar su contenido para varios continentes (impreso, en distintos formatos digitales tipo PDF, epub o el de Amazon), dando mayor «valor agregado» (algún intento curioso he visto en este sentido, comunidades web creadas y participadas por el autor, contenido multimedia, contenido extra) y mil cosas más, todo ello desde una perspectiva de «vende más, vende más barato» e, incluso, las «tarifas planas», y de paso eliminando intermediarios y con el autor más cerca de los lectores. En algún momento del embrionario proceso de evolución de la industria literaria todo se torció, ese contacto directo entre el autor y el cliente nunca pasó de utopía (hoy tenemos tantos intermediarios como ayer, solo que son otros, que buscan mayor control, encima), el mundo se iba llenando poco a poco del maldito DRM (gestión de derechos digitales, o como con toda la razón dice Richard Stallman, «gestión de restricciones digitales») y, encima, ahora mediatizado por «la nube».
Voy a dejar un momento de lado los intermediarios (sobre todo porque hablo de forma extensa en los dos enlaces ya colocados) y voy a repasar los dos siguientes grandes problemas que, además, se presentan como soluciones (el último, el de la nube, es abrazado por los usuarios de una forma que me deja alucinado).
DRM
Sobre el DRM voy a recomendar, de partida, dos notas de Richard Stallman: «¿Puede confiar en su computadora?» y «El derecho a leer» (¡texto de 1997!). De paso recordarles que el tema de los DRM está tratado de forma bastante didáctica en «La sociedad de control» de José Francisco Alcántara (mejor conocido como Versvs, que sobre este tema escribe bastante). Y, en concreto sobre los libros electrónicos (ebooks si prefieren el anglicismo), «Lending: A Solved problem» (en inglés). Muchos enlaces y no he dicho nada.
El problema del DRM es simple: El continente-contenido que adquieres no es «tuyo», el uso que le des está limitado y controlado. Esto solo ya debería ser suficiente para pensárselo dos veces antes de adquirir un producto con DRM. Más aun, ya tengo decidido no hacerlo (y lo lamento, una tienda especializada de cómics en línea está haciendo un esfuerzo hercúleo por tener un catálogo en español decente, pero todo tiene DRM, y me gusta poco pasar por ese aro, otras librerías que he estado miroteando estos días o no avisan de si los libros tienen o no este «bicho» o es que todos los libros lo tienen).
¿Que con el DRM quieren evitar que se hagan ene copias e imprima el libro para venderlo (o compartirlo) sin autorización? ¿De verdad lo creen? En la mitad de las esquinas limeñas encontrarás los últimos libros del momento pirateados (impresos señores, impresos), en la red hay círculos y páginas de escaneo de libros (sí, los físicos) o mil y un formas más de reproducir ese libro, la gente se junta para corregir y producir maquetaciones más que decentes de todo tipo de libros (incluso corrigiendo erratas que tiene el original). Esa batalla está perdida, señor vendedor, no meta cabe a quien adquiere el producto pagándole a usted, sea un poco listo en ese sentido. Hay editoriales y libros que se venden bien sin DRM. El DRM finalmente es control sobre el usuario final, invitándole, además, a no adquirir algo por la vía en que él saca beneficios.
¿Por qué digo esto último? En este momento yo no puedo meter en mi cacharro lector de libros digitales nada que tenga el DRM de Adobe. ¿Por qué? Me niego a usar Wine para poder instalar, sobre el mismo, un programa privativo de Adobe que me permita manejar mis archivos (y es triste que el cacharro me pida esto, cuando el mismo usa Linux, hasta tiene una copia entera de la GPL en el manual). Así que para mí no solo es una opción ética el no adquirir productos con DRM (al menos a sabiendas), sino que además es tirar el dinero el adquirirlos, ¡no podría leerlos! En una de las tiendas ya tenía agregados tres libros a un precio más que irrisorio que, cuando leí las condiciones del sitios, único lugar donde ponía el uso del DRM, frenó la compra y me dediqué a buscarlos en esas ene páginas con libros libres de DRM y gratis para la descarga. Se siente majos.
La dichosa nube… ¡negras tormentas!
Algunos intermediarios de este mundo asumen dos cosas: Que siempre tenemos acceso a Internet y que amamos el streaming. Lo peor es que nuestro uso (el de la mayoría de usuarios) les da la razón, por eso algunos sitios de streaming (como Youtube) tienen tanto éxito, ¿no? finalmente YT le ganó a otros sitios de vídeos que te permitían la descarga, además del streaming (al propio Google Videos, extinto hace un tiempo), Algunos no lo queremos (y sí, vuelvo a recomendar algo de Versvs). Mirando una comparativa de lectores de ciberlibros (de los patrocinados por librerías, y en plan chiste, un estadounidense, un francés y un español) tenía un apartado de «lectura desde la nube», una de las cosas que ahora se promocionan con esos lectores son conexiones 3G (que básicamente, al tener un horroroso sistema de navegación por evidentes motivos técnicos, se dedica a comprar libros en línea), incluso te regalan la conexión, claro, dirigiendo tu mirada únicamente a una tienda en línea (lo cual es un paso de gigantes en la concentración y el control del que hablé en uno de los artículos enlazados).
La idea es que tengas tus libros en una biblioteca en la nube, eso, te aseguran los vendedores de humo (otro doble sentido así y alguien vendrá a pegarme un tiro, lo sé), te da acceso ilimitado a todo, espacio infinito, y tantas ventajas que venderías a tu madre solo por tener la mitad de ellas. Todo es mentira. O mejor, todo es doblemente peligroso. Lo vimos en el caso de Amazon y 1984 (y no ha sido la única vez, y tras ese caso ha vuelto a pasar, y seguirá pasando). También significa que en cada momento los que controlan la nube saben a qué accedes, qué te interesa y cómo… Lo siento, mi privacidad vale demasiado para regalarla así. Piensen en algo, los que tengan librerías (estanterías o bibliotecas) en casa, ¿le darían el control de todo lo que poseen a otro? Esto es lo que se hace con la nube.
Y, por supuesto, es el DRM elevado a la enésima potencia (todo lo controlan ellos) y te separan por completo del producto (continente-contenido). En ese caso es imposible hablar de compra, lo siento, es incorrecto en todo sentido de la palabra, más correcto es pago por visión, pago por derecho de acceso, o algo así, pero compra no es, no hay traditio de ningún tipo. Si ya es dudoso hablar de compra cuando lo que se adquiere es un archivo cercenado por el DRM, en estos casos en que todo se queda bajo el control del vendedor, estamos tan lejos del concepto de compraventa como lo estamos de volar cuando pegamos un brinco por un barranco. Sí, nos desplazamos por el aire, y ahí se acaban las coincidencias.
No es por nada, pero el tema del almacenamiento está lejos de ser una razón suficiente, sin ir muy lejos, los libros en general ocupan poco, y las memorias SD/MicroSD/la que sea, son realmente baratas (¿tu cacharro tiene 3G pero no acepta expansión de memoria? piensa por qué es así, y si eso te conviene a ti o al que te vendió el lector), ¿de verdad necesitas 10 gigas de espacio en la nube si puedes tener ene gigas en local? ¿es más rápido la nube que lo local? ¿¡y cuando estás sin Internet qué!? El tema de la sincronización de varios aparatos y la facilidad de adquirir productos de la tienda del intermediario que te proporciona la nube… ¿es positivo realmente? La sincronización se puede conseguir sin pasar por sus sistemas, y la facilidad, bueno, es un precio demasiado grande para todo lo que la nube significa, además de atarte a un solo proveedor (no tienes facilidad «con todos», sino con unos pocos).
Cuando elegí el lector de libros digitales expresamente preferí uno sin wifi y sin conexión a Internet por sí (léase 3G), y con posibilidad de usar tarjetas de memoria de alta capacidad, no quería el wifi porque, entre otras cosas, porque pasaría más tiempo desactivado que activado, es una pérdida de batería inútil, así que toda solución en la nube para mí está descartada, pero acá lo dejo escrito como una alerta de lo que significa depender de una biblioteca en línea que está en el control de un tercero (que es tu quiosco preferido, encima). Es un peligro en todo sentido.
(Para ser justos, merece una mención positiva algunos servicios de nube que dejan claro que los libros adquiridos no son comprados, sino una suerte de alquiler -aunque algunas hacen la analogía con pagar tu cuota en una biblioteca-, que no los puedes descargar pero los puedes leer fuera de línea -desconectado- con su aplicación privativa -ahí lo has descargado, evidentemente, pero no te dejan usar dicho archivo fuera de su jaula-.)
Consideraciones finales
El DRM no es aceptable en ninguna de sus formas actuales, o ninguna que restrinja al lector de alguna forma (y este matiz lo pongo para no ser absoluto y pensando en usos del DRM que aun no se me han ocurrido y puedan ser positivos y no restrinjan el uso del archivo o vulneren la privacidad del usuario).
Los servicios en la nube pueden tener su lugar (como lo siguen teniendo los negocios de alquiler de videojuegos y películas), pero no pueden ser la base de los cacharros electrónicos (y piensen nuevamente en esos que no tienen para expansión de memoria o que se promocionan directamente por y para el uso de la nube) ni del modelo de negocio que quedará para los editores y autores. ¿Por qué? La nube vive de la restricción, del control del usuario (saber qué lee en cada momento, manejar la biblioteca del usuario) y de problemas tan simples como el acceso a la red.
Excurso
El tema del precio me parece secundario. Lo digo en serio. Por supuesto que prefiero comprar un archivo digital a un euro que a diez, pero puedo entender que el precio final se haga bajo un cálculo más o menos sencillo (coste de elaboración -horas de trabajo más coste de pagar posibles diseñadores, maquetadores, revisores, editores, promotores o promoción, registros y demás- más pago de la tarifa de los intermediarios -el coste de tienda, si es que no se vende directamente al consumidor, en caso de que sí se haga, acá podemos incluir el coste de mantener el servicio a través del que se vende- entre el número previsible de ventas), por más que sea cierto que pueden venderse infinitas copias, la rabiosa realidad es que ni siquiera un coste tendente a cero asegura unas ventas tendentes a infinito por evidentes razones de público que conoce el producto y le interesa (eso sí, a partir de la cobertura de los costes iniciales o básicos el precio del producto debería caer).
También entiendo la queja de muchos editores y demás de que la gente prefiere pagar el tecnocacharro antes que un libro, y viendo se dio, al menos en un primer momento, un bum de ventas de esos aparatos a y entre gente que no gastaba en un año en libros lo que invirtieron en la última moda tecnológica. Y parece que mucha gente cree que gastar mucho en un aparato da «carta blanca» para no gastar en el continente-contenido del archivo, eso es absurdo…
De paso les recuerdo un texto que escribí hace unos años para D=a=: «Libros: Papel y Digital». Viene a cuento, un poco al menos.
Apenas hoy paso repasando blogs y llego a este post, qué retraso :(
Creo que pese a lo bien hilado del artículo, lo que más me ha gustado está todo al final:
– No es el precio, es el DRM. Claro que si está muy caro me lo voy a pensar (y seguramente no voy a comprar), pero es que con DRM estoy seguro que no voy a comprar. Es una cuestión de libertad.
– Los libros fueron para una minoría, ahora y siempre. Como los blogs, como otras herramientas. Para unos pocos. Esos pocos no dan para ventas masivas. Los cacharros sí. iTunes fue durante años carne de marketing, lo que Apple vendía era hardware (ipods), no software/contenido (canciones). Amazon lo sabe, por eso saca una amplia gama de hardware para todos los bolsillos. Subvenciona el cacharro a todos a sabiendas de que deberá amortizar esa inversión con el dinero que los yonkis de la lectura le van a dar. No es realista esperar ventas masivas de libros, éstos deberán «moderar su precio», pese a que lo crítico sea el DRM, y en todo caso, se venderán más cacharros para no leer (tablets) que para leer.
Ya te digo, todas las perlas las dejaste para el final :D
Salud
Y eso que estuve a punto de borrar el excurso, por ser muy largo :P. Gracias por «publicitar» esta entrada.
Sobre lo último, sí, de hecho la moda del lector de ciberlibros (me gusta el palabro, me hace pensar en libros robots andando por su propio pie) ha amainado bastante en favor de las «tablets» (y esos llamados «ebooks a color», que son o mp4 con esteroides o tabletas desinfladas). Curiosamente muchos quioscos digitales se centran en dispositivos no pensados para leer (celulares listillos y tabletas). También me preocupa el modelo de negocio de cautividad y control buscado.
Hasta luego ;)
Me ha gustado mucho el artículo, cuando compré mi ebook hace dos años, ya los ofrecían con 3g y wifi y tampoco me interesaban, pero si me encantaría encontrar uno asequible y que funcionase bien para internet, porque me dejo los ojos en el monitor leyendo cosas y necesito algo así.
Por eso estaba leyendo sobre la reforma laboral, así que quería buscar algo en epub y he encontrado tus apuntes,y quería darte las gracias por compartirlos de forma gratuíta, todavía no lo he leído todo, pero está muy bien explicado y me alegro de haberlo encontrado, al igual que haber encontrado el blog.
Un saludo.
Salud Mi buen amigo Popifresco
Sería ideal poder contar con una versión de las webs fácilmente legible para los cacharros esos (y poder navegar usando ESAS pantallas de tinta electrónica), al igual que hay versiones para dispositivos móviles (esta bitácora tiene una plantilla específica para esos dispositivos).
Mmmm, con lo que dices, tengo que buscar algún plugin que convierta las entradas de la bitácora en epub para que se descarga fácilmente y se pueda leer en esos aparatos sin problemas (al igual que muchas páginas ofrecen descargarte el artículo en PDF), claro que siempre se puede copiar y pegar el contenido y hacer un epub, pero la idea es facilitar la vida al lector y ya darle el archivo para la descarga (mientras no se pueda hacer una plantilla para esos cacharros).
Sobre el librico de la reforma laboral, me alegro mucho que lo aproveches y te esté gustando. La verdad es que la versión en epub ha tenido muy buena acogida, y bueno, para eso está, para que lo lean.
Hasta luego ;)
Pues eso sería ideal, porque he fracasado estrepitosamente intentando pasar a epub después de haber convertido las páginas de los artículos en .pdf, tengo que ver cómo configurar el calibre o si la conversión a pdf no fue buena.
Eso sí, si finalmente consigues hacer eso, estaría bien que incluyese también los comentarios, que en muchos temas vienen siendo un desarrollo del tema del artículo.
Un saludo.
Salud Mi buen amigo Popifresco
¿Ha probado a convertir directamente las páginas a epub? La versión imprimible (o un copia y pega del artículo tal cual) pasada por un procesador de texto que permita la conversión debería bastar…
Al lío, ya busqué y encontré un plugin para convertir las entradas en epub, funciona cada vez que se publica o actualiza una (así que todo lo anterior no estaría disponible en epub, menos da una piedra), bueno, se supone que funciona, creo que por las dependencias no he conseguido que acá haga lo que debe hacer. Todo se andará.
Sobre incorporar también los comentarios, aunque sería en principio ideal (las conversaciones aportan muchas veces más que el propio artículo, y como mínimo lo enriquecen), tengo serias dudas sobre quién es dueño de los comentarios, si los mismos son obras protegibles (bueno, acá creo que más bien habría que ir caso por caso), hace unos años, dándole vueltas a «otros usos» de los comentarios (y este sería un caso) llegué a esta conclusión: «Por último, por pura ética, creo que un editor o propietario de un Sitio Web no debiera usar los comentarios vertidos en el mismo fuera de dicho entorno, mucho menos aprovecharse de los mismos en otras obras derivadas del propio sitio». (De todas formas, el plugin que encontré no permite incluir los comentarios en el epub que genera.)
Hasta luego y gracias por los comentarios ;)
Hola, pues probaré eso a ver, de todas maneras creo que voy a usar el móvil para leer artículos largos, que debe cansar menos la vista que leyendo del monitor, porque entre buscar trabajo, informarme sobre lo mío, que es todo esto de laboral, y alguna cosa más, pasó demasiadas horas delante del ordenador.
Sobre los comentarios, con saber de una herramienta que lo copiase todo junto me valdría, no haría falta que los incluyeras tú en un epub por si acaso, lo que seguro no se debe poder hacer es publicar un email como respuesta en un blog como me hicieron una vez…
Saludos!
Hola Jomra
Leo con retraso tu post, pero justo en el momento exacto. Esta mañana estaba dándole vueltas precisamente al tema de la nube y los libros, y aunque coincido contigo en todo, me temo que a la mayoría de los usuarios las verdaderas implicaciones de un DRM les da igual.
La queja, principalmente, viene por la complejidad para empezar a leer un libro (sobre todo si es la primera vez que tienes que instalar el dichoso Adobe) y por la imposibilidad de copiar los libros y hacer con ellos lo que nos dé la gana. Y sí, son dos cosas importantes, pero a mí casi me preocupa más lo que apuntas tú aquí, la pérdida de privacidad y el aumento de control sobre mis lecturas.
Me cansa muchísimo que los mismos que se quejaban del DRM de las grandes editoriales (represantado por la distribuidora Libranda, aunque Libranda en realidad no decide sobre el DRM) hayan luego abrazado Amazon como el gran Salvador sin pararse a pensar que en Amazon también hay un DRM, tan sutil que ni lo notas, pero que está ahí espiándote y sabe hasta en que página has dejado de leer un libro.
Para colmo, no tengo muy claro que el streaming no acabe siendo la tendencia real de lectura en la web, por mucho que yo no lo quiera. Al final las tiendas acabarán siendo una especie de bibliotecas de pago, y a nadie le importará demasiado. Hace ya un año, Jaume (mi socio editorial) y yo intentamos prevenir sobre esto en una jornadas sobre Social Media, y nos quedamos un poco descorazonados ante la reación del público, que parecía más pendiente de oír las bondades de «la nube» que las críticas. Y sí, todo el mundo critica el DRM, pero muy pocos con conocimiento de causa como lo haces tú aquí, por eso se agradece tanto tu aportación.
Sobre el puglin para pasar a .epub las entradas del blog, ¿conoces dotEPUB? (http://dotepub.com/) a mí me va muy bien, lo tengo como bookmarklet en el navegador y es genial, y también tienen un widget para poner en la web, aunque este todavía no lo he probado.
Salud Nuria
Agredezco mucho los buenos comentarios que tienes sobre la entrada, me alegra un montón que te gustara (y gracias por la difusión en Twitter de la misma).
También creo que en gran, pero gran medida, «la nube»/«streaming» triunfará(n) también con los libros (como ya lo hace con los vídeos y la música), Amazon marca el camino en este sentido… Y no me repito más.
Y sí, la mayoría de gente ve en el DRM más una incomodidad (por lo que mencionas, y a eso apunta también que algunas editoriales ya no lo metan, solamente por la incomodidad), aunque eso para mí es algo secundario. Bueno, al menos una razón más para su rechazo, y una que tiene peso en la relación editor-distribuidor-lector.
Gracias por la recomendación de dotEPUB, lo miraré a fondo.
Hasta luego ;)
Hola Jomra, he llegado no hace mucho a la lectura electrónica, y me acabo de encontrar con la sorpresa de no poder leer en mi soporte un libro legalmente comprado, porque tiene el dichoso DRM. Me parece un auténtico disparate y conmigo han conseguido que no vuelva a comprar un libro electrónico en las librerías más conocidas mientras no pueda asegurarme de que está libre de semejante traba. Pero el problema que me surge ahora es dónde puedo comprar los libros electrónicos, ya que por más que miro por la red no veo nada que me merezca garantía y que tenga libros actuales en español. ¿Puedes ayudarme?.
Gracias y un saludo
Salud
A bote pronto las dos grandes casas que se me ocurren son la Casa del Libro (aunque la mayoría llevan DRM, los de la propia Casa -Ediciones Tagus- van sin DRM; en la parte derecha te indican si tiene o no DRM) y FNac (en cada libro te indican si lleva o no lleva DRM con un ícono y texto) y Koomic para cómics (todos los que se pueden descargar en epub van sin DRM, o antes era así -el año pasado fue la última vez que compré ahí-). Amabook tenía una sección sin DRM, ahora tienes que entrar libro por libro para verlo. En la tienda de Planeta tienen alguna colección sin DRM (iban a comenzar a comercializar por capítulos, pero no sé si al final lo hicieron).
Esto del DRM sí, DRM no, depende más de la editorial que de la tienda en concreto. Ediciones B (la versión digital) normalmente viene sin DRM, por ejemplo (además de Tagus… y otras muchas).
Creo que esto te ayuda poco :(.
Hasta luego y suerte ;)
PD: Hay métodos para remover el DRM, en todo caso…
Muchísimas gracias. Sí que me sirve, entre otras cosas porque creí que el veto lo ponían las tiendas. A mí me ha ocurrido con Casa del Libro y pensaba que ya no iba a poder comprarles nada más a ellos, ahora sé que tendré que fijarme bien en cada libro que compre.
Desde luego me interesaría eliminar el candado ese para el libro que ya he comprado, pero rebusqué por internet y lo primero que intenté me provocó un aviso del antivirus y me eché para atrás. De todas formas no es tan importante, leeré ese libro en el ordenador y tendré más cuidado a partir de ahora.
Éso sí, para mí ha supuesto un retroceso en mi adhesión reciente a la lectura electrónica.
Un saludo
Salud
Bueno, cuando digo «más de» no quiero decir «exclusivamente», hay tiendas y distribuidoras que ponen DRM a todo (lo consideran fundamental), con lo que si algo se vende por su canal o tiene «protección» o no lo venden.
Algunas tiendas (como la propia Casa del Libro) al comienzo querían todo con DRM, luego se dieron cuenta que no solo era poco útil (es una medida que no cumple con su finalidad), sino que espantaba a muchos compradores (como tú dices, se siente como un retroceso), por eso cuando ellos montaron su propia editorial de obras digitales (Tagus) pasaron de ponerles DRM, y eso que el cacharro que ellos venden sí lo soporta correctamente.
Sobre cómo quitar la protección, había leído -tiempo atrás- que se podía hacer con Calibre (acá una pequeña guía que encontré). Personalmente no he probado ese proceso, así que no sé si sigue funcionando, si lo hace con todo el DRM o solo el de la tienda de Kindle o cómo va el tema. Calibre es un programa de SL confiable (tienen, además, un directorio de obras libres de DRM, tanto gratuitas como de pago, aunque casi todas en inglés, por lo que veo).
Los sistemas de DRM son complicar la vida a todo el mundo y disgustar al consumidor (y con ganas); un retroceso.
Hasta luego y suerte ;)