Hace unos días en Perú estalló la polémica tras la aprobación por el ejecutivo de Ollanta Humala el Decreto Legislativo nº 1150, que regula el régimen disciplinario de la Policía Nacional del Perú (PDF del cuadernillo de normas legales de El Peruano, corrección de errores publicada el 14 de diciembre). ¿Por qué la polémica? Porque contiene normas homófobas. Con la máxima sanción posible (pase al retiro del policía) se sancionan las «relaciones entre personas del mismo género» cuando causen «escándalo o menoscaben la imagen institucional» (está el tipo entre las infracciones muy graves contra la institución), al mismo nivel que pertenecer a . Ojo con la conjunción «o», porque en este caso parece disyuntiva (se podrá sancionar tanto por un escándalo, aunque no «menoscaben la imagen» como por menoscabar la imagen -a entender del que aplica la sanción- sin que medie escándalo). Pero no solo es una norma contraria a la libertad e identidad sexual de los homosexuales, sino fuertemente conservadora en general, y reaccionaria en particular, por ejemplo sanciona las relaciones extramatrimoniales entre los agentes de la PNP («que causen escándalo o menoscaben…»), teniendo mayor castigo que maltratar a la pareja o padre o hijo. La norma, además, coarta la libertad de expresión de los miembros del PNP (se prohíbe «difundir ideas» que vayan contra la «cohesión institucional», siendo muy grave). Y se repiten los vicios del reglamento de 2009 que este presidente prometió corregir.
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