«El Socialismo del Siglo XXI™ no tiene modelos económicos sino ideas» dice Correa. Repito un par de veces la frase para conseguir tragarla. Esta es la tercera vía. No, es la cuarta. Es la de Dieterich, ese invento futurista que se reclama marxista pero no llega ni a socialista en los postulados más básicos. Lo mejor de este nuevo Socialismo del Siglo XXI es que resulta totalmente cambiante, y no tiene ningún problema de vivir del capitalismo de Estado (capitalismo a fin de cuentas) como lo hace China desde hace muchos años (¿Son los pervertidores del maoísmo una suerte de visionarios del Socialismo del Siglo XXI y nadie se ha dado cuenta?), no tiene problemas de coherencia, porque siempre enarbolará la bandera del cambio constante. Es práctica, no cabe duda.