Estoy de acuerdo cuando se dice que no es una «crisis del capitalismo», porque no lo es, no estoy de acuerdo con que se diga que es una «Crisis del Estado Social», como hace se tramposamente en el editorial de El Comercio. Es una «crisis en el capitalismo» (crisis, por lo demás, cíclicas). Y hace trampa porque la crisis en Grecia no tiene el mismo sentido (ni la misma forma) que la ocurrida en Irlanda, en España, en Portugal, en Italia… cada país muestra una serie de peculiaridades no solo en dónde viene la parte gorda y preocupante de la deuda (en Grecia sí es la parte pública, como en Italia, en Irlanda o España es la deuda privada lo que fastidia al total de la economía), unas condiciones productivas distintas (Alemania sale de la crisis distinto que España entre otras cosas porque su crecimiento se basa y basaba en la exportación y las tecnologías, mientras que el crecimiento español, ese milagro que tantas veces se ha aplaudido en El Comercio, se sustentaba en el ladrillo especulativo, que hoy tumba bancos y cajas, y para salir se tienen que reforzar sectores ignorados e inexistentes), mercados distintos.