Álvaro Colom es el ganador de la contienda electoral de Guatemala, eso sí, con una participación algo escasa (63%), pero mejor de lo esperado (durante primeras horas del día, la apatía ganaba por goleada). Esta fue la segunda vuelta de un proceso en que el menos malo era, sin dudas, Colom. Enfrente tenía al más que derechista Otto Pérez Molina, ex general del ejército y abanderado de la «mano dura» como solución a los problemas de un país sumido en los problemas similares a nuestro Perú, pero con más violencia en general (no sólo por las pandillas que hacen suyos barrios enteros, sino por la existencia de varios grupos armados relacionados con el narcotráfico). La economía, como en Perú, está bastante saneada en los grandes datos, pero persiste un importante problema de distribución de las riquezas.