El año pasado hice trampa y recopilé una serie de artículos que había escrito que tenían que ver con el trabajo, con el trabajador y la explotación en la que nos vemos sometidos (para especificar más), esa compilación sigue siendo recomendable para cualquier primero de mayo, contando el que pronto iniciará, el título es «Globalicemos la Lucha«. Todo primero de mayo es un buen día para reivindicar, realmente lo es cualquier día, pero somos animales de costumbres que sacralizan fechas a fin de cuentas, lo cual es positivo, es una forma de no olvidar, y de luchar por lo que creemos justos en una fecha que todos podemos compartir.
Justo en la entrada anterior hablaba sobre nosotros, los cómodos, y me quejaba en el no-hacer en que vivimos y el daño que eso causa (sobre todo porque el no-hacer se junta con el hacer-de-forma-cómoda, mala combinación), pero nuestro no-hacer está presente en toda nuestra vida y hemos terminado aceptando la explotación a la que estamos sometidos como el mal menor ante… ante… ante la opción que nos dicen que es peor. Hay que fastidiarse. Ya saben, estén en Perú o en España o en cualquier otro lado, al menos aprovechen el Primero de Mayo, día festivo por derecho propio, para hacer un poco de bulla y mejorar aunque sea un poco este mundo que nos ha tocado vivir.
Lo bueno del Primero de Mayo, de que exista una historia que nos una para poder retomar las calles al menos un día (a esto le doy bastantes vueltas, los poderes nos conceden un día para gritar, ese día ellos se van a la playa, ven la tele, al cine, o se relajan, ni caso nos hacen y así, encima, nos mantienen contentos y pueden marcar en sus listas negras -que nadie se engañe, existen- a los que se atreven a usar su día libre a gritar contra la mano que le da de comer -y también palizas y chupa la sangre-), es que el día de lucha se plantea desde la memoria y desde el futuro. Siempre, absolutamente siempre, la marcha que se organice, el acto que se plantee, miran para adelante desde la precaria situación actual (porque siempre la situación del presente es precaria, y así seguiremos mientras vivamos bajo el invisible yugo del mercado y de cualquier sistema basado en la dominación), así pues, la fiesta es esencialmente reivindicativa. Eso diferencia al primero de mayo de otras conmemoraciones…
Insuficiente sin lugar a dudas, es demasiado limitado creer que un día al año que movamos nuestro agrandado trasero del sillón va a hacer algo. Menos es nada, más es necesario. Poco a poco la situación nos llevará a huelgas generales, globales y duraderas, porque no puede ser de otra forma en la tesitura existente, en que encima cada vez muere más gente de hambre por la especulación. No existe perdón alguno para un mundo que deja morir de hambre a la población cuando existe, en términos globales, suficiente comida. Y encima ahora el tema de conservarla y transportarla no tiene el gigantesco problema de antaño. Dirán que me salgo del tema, que hablo de trabajo, del día en que retomamos las calles. Pero es que hablar del trabajador es hablar del mundo, y hablar del trabajo es hablar del sistema de trabajo y de producción, y hablar de producción no es más que hablar de capitalismo, de ese que permite todo lo que vemos aún cuando puede evitarlo. Pero no.
Por una vez, no quiero alargarme mucho. Que tengan un buen primero de mayo, no se olviden asistir, como muy poco, a la manifestación más cercana. Y si por algún motivo les toca trabajar en un día como el Primero de Mayo, no lo duden, falten. O al menos, hagan un parón de una hora, díganle al jefe que si bien deben estar ahí, en su corazón están reivindicando un mundo sin explotación.
Y recuerden: es el día del trabajador, no del trabajo. No es lo mismo. Salud y provecho.
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Existe una conciencia de clase? Pienso esto mientras veo el tipo de empleo que tienen los que tienen «la suerte» de tener empleo, todo tan volátil, tan precario… como solidarizarse con trabajadores desempleados cuando estos conforman para el sistema la mano de obra que el propio sistema necesita par mantener a raya a los que están empleados. Creo que el capitalismo en esta fase (tan salvaje, sino la más) nos ha llevado al paradigma del sálvese quien pueda… evidentemente las manifestaciones del primero de mayo hoy no son lo que eran en la década del 10, del ’20 o del 30… ya no solo es suficiente una marcha del primero sino una rebelión obrera mundial, permanente que incluya ocupados y desocupados. Mientras tanto le dejo un feliz día, que por celebrar todavía es gratuito.
Salud
Creo que pocas veces hemos estado tan de acuerdo. Está claro que, cuando vieron los mandamases las orejas al lobo, adecuaron el mercado (miren, para eso sí que sirve) para que el mismo elimine la conciencia de clase con el «sálvense quien pueda», mientras esperamos, de paso, que otros nos arregle el problema… Si es que somos tontos.
Hasta luego y feliz día a vuestra ilustre merced también ;)