Alan García no se quedó chico, en la segunda vuelta vio un filón el ponerse contestón con el mandatario venezolano, en Perú no está demasiado bien visto el presidente Chávez, por lo que sea, atacar su ingerencia, además de ser "fácil", podía resultar electoralmente apetecible. Y así fue, el pata se puso contestón, sinvergüenza le llamó, y poco más. Más bien, acusaba el seguidismo de Ollanta del líder norteño.
No tiene sentido que, desde un comienzo del rifi rafe (lea y vea un poco del mismo), Chávez amenazara con romper las relaciones internacionales con Perú, porque consideraba que García es un Ladrón, mentiroso, y poco más (la verdad, la verborrea de Chávez no se fundamenta en el conocimiento profundo de sinónimos, repite lo mismo una y otra vez, y como no puede hacerlo más claro -ya es bastante claro-, lo repite más fuerte). No puede depender las relaciones internacionales de dos países de si entra o no un candidato a la presidencia, eso es chantaje, véase por donde se vea.
La cosa es que hace unos días García anunció que quiere ser la pareja de hecho de Brasil (no con esas palabras, pero parecidas), quiere un TLC con el país del jogo bonito, y de paso, entablar relaciones "de las buenas" con Chile (recordemos que Ollanta rechazaba las relaciones con Chile, al menos las veía con malos ojos), esto es, los intereses estratégicos de García no pasan por la mesa presidencial de Venezuela, y eso parece que no gusta en dicho país.
Pero García hizo un movimiento de los "políticamente correctos", tragó saliva con un poco de orgullo (sólo un poco, le queda demasiado de todas formas) y mencionó que Perú debía normalizar las relaciones con Venezuelas (enfriadas en las elecciones, y ya en la OEA), país que, no nos olvidemos, se ha retirado de la CAN, y todo eso, vamos, la muestra típica de diplomacia hipócrita "somos vecinos, dejemos los rencores, negociemos tratados jugosos", o algo así. A fin de cuentas, los gobiernos venezolano y gringo se llevan fatal, pero eso no impide que el Petróleo y los dólares fluyan con una soltura que da gusto.
Pero Chávez dice que así no, que nanay, que García debe ser el primero en disculparse. ¿Si García se disculpa Chávez, a su vez, pedirá perdón por sus insultos? Déjenme dudarlo. ¿Acaso dejará de apoyar a Ollanta (que ha vuelto a manifestar su apoyo al perdedor de la segunda vuelta)? Lo dudo (el apoyo me parece bien, lo que no me parece es que se use la política internacional de forma tan chiquillera y con insultos a los contrincantes de tu candidato). ¿Qué tipo de apoyo está ofreciendo ahora a Ollanta? ¿Quiere que repita el intento golpista o que se vuelva a presentar? ¿Las dos cosas?
¿Quien comenzó todo? ¿No fue el rifi rafe de Chávez con Toledo? De todas formas ¿Acaso importa quién lo comenzó? No hay "agresiones" a ningún país, salvo si consideramos un insulto a todos los que votaron por Chávez o por García, puesto que ambos se han atacado mutuamente. García no ha despreciado a Venezuela, y Chávez tampoco lo ha hecho con Perú. Parece más una pelea de pareja. Al carajo. Estas cosas no deben influir en las relaciones internacionales, son chiquilladas que sólo sirven para que generemos contenido de salsa rosa en comentarios políticos, no importa cómo se inició, hay que ver cómo se acaba. Lo que más nos importa, lo que debe preocuparnos, es la construcción de unas buenas relaciones, económicas y sociales, que sirvan para el crecimiento de nuestros países. Si Chávez corta de esta forma con Perú por el tema de declaraciones ¿Qué rayos hacen vendiéndole petróleo a EUA? ¡¡Más coherencia!!
Esta situación es estúpida, mire por donde se mire. Desde la pelea (la forma en que comenzó) hasta la actitud de ambos personajes, de todas formas, la del presidente Venezolano cae en el saco de infantil, queriendo seguirla hasta que le pida perdón.
Esperemos que los equipos de negociadores de ambos países piensen más en sus pueblos que en los egos personales y sepan acabar con esta infantil disputa.
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