No hay nada más triste que un político que trabaja en la rama ejecutiva diciendo que va a saltarse las normas, siempre y cuando consiga el objetivo planteado. Claro, y el llenarse los bolsillos, u otras burradas luego llamadas eufemísticamente «excesos», aunque hablemos de masacres enteras… Pero antes de irme por demagógicos derroteros, me centro: El ministro de Vivienda, Francis Allison, ha sido nombrado «presidente ejecutivo» del Fondo de Reconstrucción del Sur (Forsur), creado por Ley Nº 29078 y de resultados lamentablemente nulos en la reconstrucción de Ica.
En un inicio la presidencia del Forsur recayó sobre la espalda del más que cuestionable Julio Favre, que a los seis meses ya decía que todo estaba hecho y derecho y en un par de años todo perfecto, mientras se cuestionaba que nada se había hecho en el sur afectado y que se estaba comprando materiales por encima del precio de mercado, al poco de esas jocosas declaraciones Favre dio un paso al costado y el ministro de vivienda de entonces, Cornejo, asumió la dirección del inoperativo organismo reconstructor.
El gobierno ahora reestructura Forsur y pasa la batuta del organismo al actual ministro de Vivienda, Allison, que pisa fuerte con pura y dura demagogia, pero de la peligrosa, ya comenzó diciendo que no le importa saltarse las normas ni puentear a las autoridades locales, que él, cual Súperman, saltará sobre los escombros y reconstruirá Pisco e Ica, se lo toma como algo personal, eso sí, con «transparencia económica». ¿Cómo es posible la transparencia cuando se anuncia vulneración de la normativa existente? ¿En qué clase de Estado de Derecho se permite que un ministro anuncie que no cumplirá la ley y no se le echa inmediatamente?
Pero hay más en esta reestructuración (que llega cuando salen las cuentas de una hinchadísima institución que no hace nada), hasta ahora el poder recae en un directorio, que mal que bien funciona (es un decir) de forma colegiada, ahora no, ahora el mentado «presidente ejecutivo» concentra el poder de hacer y deshacer, con lo que se quiere agilizar todo para permitir la reconstrucción. Ya, eso nos dijeron hace dos años cuando permitieron que Forsur gastara con un control relajado tanto de los contratos como de los pagos. Y sí, relajado es un eufemismo.
Espero que echen a este sujeto (sobre el que pesan acusaciones de cierto nivel) por anunciar que cometerá prevaricación, y si hay normas que no permiten el correcto desarrollo de la actividad reconstructora, estas primero se cambien y no se deben incumplir con justicia torera, y luego se cree una legislación adecuada que favorezca la reconstrucción.
Pero dos años de porquería de Forsur no anuncian nada bueno, más cuando los cambios van en la línea anunciada.
Un comentario en «Concentración de poder y violación de las normas»