El general en retiro Otto Pérez Molina ganó la segunda vuelta electoral para la presidencia en Guatemala consiguiendo el 53,74% de los votos válidos (en unas elecciones en que participaron el 60,82% de los guatemaltecos con derecho a votar), en su caso la segunda fue la vencida (se presentó a presidente en el 2007 también), siempre con el Partido Patriota (movimiento que fue parte de la Gran Alianza Nacional que llevó a la presidencia a Berger en el 2003, aunque compitió contra el oficialismo en los siguientes comicios), partido de corte conservador, de esos que te ponen como obligación ser «patriota», que se declaran «liberales» y piden «mano dura» como solución a cualquier problema que tiene que ver con la «seguridad» (donde la propiedad privada es más que sagrada).
Pérez Molina, además, es un ser oscuro, al que se implica de forma directa en toda la guerra sucia emprendida por el Estado durante el conflicto interno en el país centroamericano (entre 1960 y 1996), a él algunos investigadores, como Francisco Goldman (en «El arte de un asesinato político, ¿quién mató al obispo?») apuntan directamente como responsable del asesinato de Juan José Gerardi. Vamos, una perla.
Pero es ese discurso pro-seguridad el que cala en los ambientes populosos urbanos, y el problema no es que se busque vivir en un lugar seguro, sino pensar que la mera mano dura es suficiente para combatir los problemas de seguridad existentes, ¡todo lo contrario! Por lo demás, el giro conservador en Guatemala es más que evidente, y no es que la gente de UNE fueran demasiado izquierdistas ni mucho menos, pero es que se tiran de lejos a esa derecha conservadora de toda la vida latinoamericana, que no ayuda a fortalecer las instituciones democráticas, y cuya idea de paz está mediatizada por el uso de los rifles.
La alternativa a Pérez fue, en la segunda vuelta, Manuel Baldizón Méndez, un populista de derechas que fundó el Bloque Independiente Libertad Democrática Renovada (LIDER), que entre otras cosas tiene el premio de haber estado en 3 partidos en 9 años, así entró en el Congreso por el PAN en el 2003, se pasó a UNE (partido del presidente en funciones) para las elecciones de 2007, y finalmente fundó LIDER, prometiendo, entre otras cosas, seguir con las políticas sociales de UNE (lo que le permitió ganar en varias circunscripciones) y llevar a la selección nacional al mundial. Y, bueno, Baldizón intentó una compra directa de votos (mediante vales canjeables)…
Hay que recordar que los socialcristianos/socialdemócratas de UNE no consiguieron que la ex primera dama fuera candidata presidencial en tanto que su participación fue vetada por la Corte Constitucional al determinar esta que esa prohibición de que la cónyuge del presidente pudiera presentarse a las elecciones valía desde que el esposo tomaba el cargo hasta que lo dejara, no siendo el divorcio durante el mandato suficiente para levantar dicha prohibición, así el oficialismo se quedó sin candidato presidencial.