Lo que mal llamamos «mercados»* ya no se contentan con marcar la política general (y económica) de los Estados, en favorecer a determinadas candidaturas, sino que ya apuntan, directamente, a mandar. Ya no se contentan con ser el «poder en la sombra», el de toda la vida, ahora quieren serlo a la luz de todos. La crisis les permitió mandar de forma clara, algunos políticos con poder eran altavoces y todo comenzó a hacerse para «calmar» o «contentar» a los «mercados» (¿y los votantes? para algo se inventó el bipartidismo, sobre todo cuando las dos principales formaciones hacen y harán caso a «los mercados»), y ya han dado el siguiente paso: Que si el gobierno no cumple al dedillo lo que ellos mandan, se quita el gobierno y se pone a otro, y la llamamos «técnico y de concentración». Los gobiernos de Italia y Grecia las primeras víctimas del experimento.
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