Sí, lo han leído bien: Comunistas matando zombis en Estados Unidos. Gracias a una nota de JRMora descubro Finado, una interesante apuesta de Xavier Morell, con los lápices de Fabián Slongo color de Nicolás Brondo y portada e ilustraciones de separación de capítulos de Konstantin Novosadov. Nos cuenta el guionista de «Finado» que este primer número se terminó en el 2004, pero no encontraron editorial en papel para publicar el trabajo, que comenzó a dormir el sueño de los justos parcialmente, coloristas y nuevo ilustrador de portadas mediante… Al final se decidieron: Si no encuentra sitio en papel, encontrará sitio en el infinito universo digital: FINADO. Así los autores lo ponen a disposición del público esta genial historieta, tanto para descargarla (en distintos formatos y para distintos dispositivos) como para verla en línea.
Recogen en la Web de Finado:
«Un apocalipsis zombi en una pequeña ciudad de la América profunda. Una historia con muertos vivientes, comunistas, sheriff autoritario, violencia, lenguaje soez, sexo, puyas a cierto senador norteamericano que hizo la vida imposible a mucha gente y que se cuestiona el modo de vida americano. ¡Ah, y los comunistas son los buenos!Un cómic, lúdico y que recupera la tradición sociopolítica que se perdió con la vulgarización y masificación del fenómeno zombi.»
La historieta en un momento dado se intentó publicar primero en Estados Unidos, un pueblo en el interior de ese país con zombis y comunistas, provocador véase por donde se vea, nos muestran, tras el apocalipsis zombi, una ciudad dividida en dos, un estado de excepción policial comandado por el antiguo sheriff local y una «Zona Roja», donde, entre otros, está el hospital, la vida se organiza de forma comunitaria y con la Hoz y el Martillo como bandera y la idea de reconstruir una nueva sociedad.
Mucha violencia y sexo. Sí, sexo. Es curiosa la historia que cuenta Xavier Morell en el prólogo del cómic, una editorial estadounidense estaba de acuerdo en publicar la historieta, lo de la hoz y el martillo y los comunistas como los «buenos» no molestó, los zombis eran una buena idea y la violencia no solo se agradecía, sino que si había un poco más, mejor todavía… Pero el sexo, ¡ay amigo!, el sexo que aparece debía ser eliminado, no así, les dijeron, no de ninguna manera. Eso suponía retocar no una escena o dos, sino parte de la historia de este primer tomo, esto es, el sexo que aparece no es «gratuito», sino que tiene un (duro) sentido. Esto es algo de lo que muchos no terminamos de entender y nos sigue causando sorpresa: El sexo como tabú casi absoluto y la violencia como algo a aplaudir. Ojo, acá sí hablamos de «sexo» en su violenta crudeza, no de «hacer el amor». Vean el cómic y lo entenderán.
La historieta está publicada, como digo, para descarga en varios formatos y demás, además de tener una cesión de derechos mediante una licencia Creative Commons By – Nc – Nd (esto es, atribución, prohibido uso comercial y prohibido hacer obras derivadas), y acogiéndome a esa cláusula y a su pedido de «si te gusta, no dejes de recomendarlo (y distribuirlo, siempre que no cobres nada por hacerlo)», no solo la recomiendo en esta entrada para los que lean esta nota, sino que también distribuyo una de sus versiones: CBR del primer Libro de Finado.
Y como nos cuenta JRMora:
«Y tú puedes ser protagonista del número 2, puedes apoyarlo aquí desde 1 euro y hacerlo posible.»
No sé por qué no han puesto un botón de donaciones vía PayPal o cualquier otro sistema, o una cuenta bancaria o qué sé yo, y han preferido pasar por Lánzanos, pero bueno, es su decisión y, por mi parte, me registro y voto el proyecto para que desde esa plataforma puedan recibir los fondos que necesitan mediante la financiación de todos, desde un simple euro a lo que quieran aportar. En todo caso, en el proyecto de Lánzanos nos cuenta el autor qué quieren financiar y cómo:
«Si bien [el # 1] forma una historia completa, quedan más para contar en Finado. Por eso estamos ya preparando el libro 2, que se producirá en un sistema mixto, un 50% de aportación de un servidor y un 50% mediante el sistema de crowdfunding, para que dibujantes, coloristas, rotulistas, diseñadores y traductores puedan al menos llevarse un cobro simbólico por su trabajo.»
Hay que tener en cuenta que estas fórmulas de financiación distintas a la venta de ejemplares mediante la estructura editorial – distribuidor ordinaria también representan un cambio en la forma del consumo, una vuelta, si quieren, al consumir primero y luego «pagar la voluntad», que puede ser cero o mucho, depende de cada uno, y esto apoyando obras que no se reservan todos los derechos, sino que animan a compartir su material.
Excurso: Un tema que se plantea al final del cómic (en el epílogo) y que, de forma similar también aparece en Walking Dead y en Highschool of the Dead, y que tengo ganas de «perder el tiempo» plasmándolo por acá, es el de los «derechos» de los zombis, o realmente deberíamos decir: su tratamiento jurídico (¿disparar a un zombi hasta qué punto sería una profanación de cadáveres? ¿si los zombis se mueven deberíamos cambiar el concepto de «muerte» y ya dejarían de ser «muertos vivientes»?).