Sé que esto ya les puede resultar repetitivo, que lo estoy tratando mucho en el último mes, pero es que se van juntando cuestiones que me hacen volver una y otra vez a un tema que además me gusta. Sí, les hablo de los sistemas electorales, nuevamente vuelvo al español, para un «hecho curioso». Hace unas semanas les hablé de cada cuántos censados hay un diputado y al poco tiempo de cuántos votos se necesitan para serlo, y hace un par sobre las apreciaciones de Benegas y la reforma electoral pedida por IU y UPyD. Hoy voy a redundar sobre la idea del sistema de reparto, pero no de los diputados una vez celebradas las elecciones, sino del reparto de diputados por circunscripciones y cómo el método para este no es el mismo que para el de asignar los curules a los partidos.