La importancia del lenguaje (enésima parte)

En un periódico boliviano, rebotado por medios como La Razón, se da cuenta de que «las FARC adoctrinan a miembros de Sendero». Adoctrinar es transmitir ideas o creencias, y difícilmente eso se da en una relación mercantil en que unos enseñan a usar armas a otros «a cambio de dinero proveniente del narcotráfico» (como señala la propia noticia). Se pueden usar muchos verbos para describir el que una guerrilla enseña a unos aspirantes de narcoterroristas a matar, pero el «adoctrinamiento» nada tienen que ver acá, máxime cuando unos (se supone) son maoístas y los otros no. ¿Por qué se usa este verbo? Por el contenido ideológico del mismo, así se malinforma de lo que ahí «puede» que pasara. Además, en las noticias se usa el tiempo presente cuando la información es de hace dos años (con lo que el tiempo pasado sería más propio) y se da por buena una fuente cuyo origen (y uso) es bastante dudoso (la información a cuentagotas salida de una computadora incautada tras un bombardeo cuestionable es más bien una utilización estratégica de, posiblemente, la mentira incomprobable).