Saben ustedes que soy poco entusiasta de las independencias americanas, no por amor a un Imperio cruel y tirano, sino por desamor a quienes las llevaron acabo, las ejecutaron y lo que nos dejaron: Más de lo mismo. Esto es, que no fueron independencias revolucionarias, sino meras reformas de quién manda a quién, un traspase de oligarquía a oligarquía y tiro porque me toca. Leo y releo el texto del historiador Manuel Lucena Giraldo (investigador del CSIC ni más ni menos) publicado el pasado 19 en el ABC y no salgo de mi asombro con algunas de las «respuestas» que da (porque el inicio del artículo es prometedor en todo su esplendor).