Salamanca es una ciudad curiosa, donde su realidad demográfica no se corresponde , para nada, con el censo electoral, es lo que tiene vivir diez meses al año llena de una juventud empadronada en las respectivas casas de sus padres, a unos cuantos kilómetros, sino miles, de la capital charra. Puede ser una de las ciudades de España que en proporción tienen más población «de fuera», joven y no empadronada, no solo por la cantidad absoluta (seguramente menor que Madrid o Barcelona), sino por ser una ciudad pequeña (tan solo 155.740 habitantes según el padrón).
Salamanca tiene el dudoso honor de ser la ciudad de España (dentro de las 75 «más grandes») con el alcalde peor valorado, y eso que lleva desde 1995 en el cargo, con mayoría absoluta, en un consistorio bipartidista, pero Julián Lanzarote, ante todo, es un cacique, que vive dentro de la red clientelista del Partido Popular (PP, al que pertenece, claro), dando y recibiendo favores, y peleándose con cuanto ser humano se le cruza en frente. Y aun así, mayoría absoluta y sin posibilidad de cambio.
Los medios charros, en especial La Gaceta y Tribuna, no son más que órganos de difusión del oficialismo gobernante, cada cual a su estilo, El Adelanto pretende ser algo diferente, pero no deja de ser de quien es y eso se nota demasiado. El dinero es el dinero. La Gaceta, de todas formas, tiene en su haber algunos de los hechos periodísticos más vergonzosos, como «señalar», en una manifestación, a unos cuantos de los ciudadanos contrarios al alcalde, manifestando todo su currículo solo al efecto de desprestigiar una manifestación ciudadana de las tantas que se han levantado contra el ayuntamiento los últimos años (por temas tan variados como los impuestos -subida brutal de impuestos y tasas mientras el PP proponía la rebaja de los mismos- o cambios sin sentido del nombre de muchas calles -comerciantes y habitantes de las zonas afectadas realmente indignadas por un cambio totalmente arbitrario-). Así pues, La Gaceta es un buen papel para encontrar amplia cobertura a los actos del Partido Popular (PP) en la ciudad y la provincia, para saber cuándo el alcalde se reúne con Mañueco (y de fondo un Rajoy en campaña electoral, aunque falten muchos meses para los primeros comicios, en Cataluña), o cuándo Nuevas Generaciones renueva la dirección, y asume el cargo un revolucionario de la gomina y la camisa.
Dicen que los jóvenes son más «radicales» que los mayores, siempre, así que no resulta extraño que últimamente escuchemos a muchos de NNGG (la nacional, eso sí) hablar de extremos que el PP no se atrevería a decir, como el tema de ir reduciendo el sueldo mínimo hasta eliminarlo (desde las bancadas liberales es algo que se suele insinuar, y que está patente en todas sus obras «científicas» de cabecera, en concreto el PP viene financiando, por medio de sus autonomías -la de Madrid sobre todo-, investigaciones que apuntan a la necesidad de cargarse el sueldo mínimo), algo que no es nuevo en su forma de pensar, pero que jamás lo encontraremos como una propuesta en su programa electoral (ahora, cuando llegan el poder dejan que el sueldo mínimo «pierda» capacidad adquisitiva al no subirlo de forma realista y dejarlo más bien congelado). Y así el joven estudiante de Derecho, Ángel Fernández Silva, sobrino del secretario regional del Partido Popular, Alfonso Fernández Mañueco, salía electo nuevo presidente de NNGG de Salamanca con el 91% de votos (única candidatura durante el XI Congreso provincial) y prometía revolucionar el partido.
Las dos páginas publicadas, a todo color, en La Gaceta el día de hoy (domingo 29 de noviembre) no tienen mucha chicha la verdad, es previsible en todo sentido, políticamente correcta hasta la hora de meterse con las hijas de Rodríguez Zapatero, chascarrillo obligado a la par que las ningunea y asegura que no es por su aspecto (válgame dios, cómo va a ser), no les enlazo el contenido porque La Gaceta aun ofrece el 99% del contenido en la edición web previo pago, así que poco sentido tiene intentarlo.
A lo que iba, que me pierdo en los oscuros callejones de la nadería con la que lleno tantas letras, el nuevo mandamás de los «peperos» salmantinos (que son muchos, seguro que tienen más afiliados que IU votos) intentará recuperar, declara, «la confianza en la política de los jóvenes escépticos por culpa de Zapatero», la juventud universitaria, lo que más prima en Salamanca, no es precisamente «escéptica», y no por culpa del presidente del gobierno, en todo caso, la juventud salmantina (la que vive y vota en Salamanca, no el resto) si es escéptica con respecto a la política (algo que no sé) sería, primero y ante todo, por el alcalde que la ciudad se gasta. Como comencé el artículo por el final, todo lo que puse de Julián Lanzarote no fue gratuito (aunque lo pareciera), ahí tienen a un político que haga lo que haga gana las elecciones con holgura, ¿cómo no va a generar escepticismo en el hecho electoral?
Fernández, además, ha entrado en política, según el declara, por el trato indigno del gobierno nacional con respecto a Salamanca, contó que se afilió al PP tras el tema del Archivo de la Guerra Civil (así que todo eso sirvió de algo para el PP, al final crispar sin saber por qué funciona), así que en todo caso la actitud de Rodríguez Zapatero no crea escépticos, sino ciudadanos políticamente activos para cambiar las cosas, como él… ¿O no?
El otro tema que me llamó la atención fue la respuesta que dio, Fernández, a la pregunta de cuáles son los problemas de la juventud (y en gran medida está vinculado con lo del «sueldo mínimo» mencionado antes -otro párrafo que parecía gratuito, ¿a que sí?-), a lo que declaró: «La educación, la formación para acceder a un empleo de calidad y tener una calidad de vida digna». Creo que en principio todos firmaríamos esa afirmación, pero vuélvanla a leer.
Primero, subyace que existen dos tipos de empleos, los que no tienen calidad y los que sí la tienen, la diferencia entre ambos está en el nivel educativo de la persona, a unos se accede con poca o nula formación, y a otros se accede estando bien educados, pues bien, esa división, el de empleos con calidad y dignos y empleos que no lo son, es una realidad hoy por hoy, y este sujeto no quiere acabar con dicha separación, sino que quiere que más gente joven pueda acceder a los de calidad, pero los otros empleos seguirán existiendo, y en la ideología liberal (normalmente llamada, de un tiempo a esta parte, «neoconservadora» o «neocon» a secas) esos empleos están bien como están, y son cubiertos normalmente por los parias o marginados de la sociedad, preferiblemente inmigrantes.
También de la afirmación se desprende que no existe responsabilidad en la parte empresarial en si el empleo es digno o no lo es, si el salario es bueno o no lo es, se deja todo en manos del mítico «mercado», que es el que decide si las condiciones de un empleo son de semiesclavitud o no lo son, así la persona, en toda su encantadora individualidad, es la que tiene que esforzarse por no «caer» en esos puestos, es la que tiene que «luchar» (y la educación es un arma) para acceder a un empleo de calidad. ¿Y si no lo consigue? Pues con su pan se lo coma, que alguien tiene que hacer esos trabajos.
Todos los empleos debieran ser de calidad, absolutamente todos, todos deberían respetar unas condiciones que permitan una vida digna, desde el tiempo de la jornada hasta el salario finalmente recibido, tener un sistema que genera malos y buenos empleos es tener un sistema que apuesta por la desigualdad, por la injusticia, por el privilegio, por la dominación.
Fíjense que la respuesta de Ángel Fernández, la culpa es de la formación, no del empleador o del mercado, sino del individuo y, como mucho, del sistema educativo, pero el empleador está haciendo su trabajo como debe, incluso está dando empleos que sí son de calidad, pero a los que la juventud no accede por falta de preparación y educación.
Al menos espero que este señorito sea consciente de la importancia de la educación pública, siendo como es un alumno de este sistema y un proyecto de profesor universitario…
Bueno, creo que el apunta a parte del problema pero, al igual que tu se olvida de lo que esta pasando ahora mismo.
Resulta que ahora aun el tener educacion no garantiza empleos de calidad, el caso de los teleoperadores es mas que evidente, en todo caso deberia apuntarse a dos factores no excluyentes entre si, sino mas bien complementarios: el aprovechamiento de la situacion para obtener mano de obra sobrecalificada y el hecho de que la universidad española no prepara para el mundo laboral, si me diras que debe orientarse a la investigacion, pero reconoceras que «algo» va mal cuando un egresado de tecnico en ing. informatica necesita que la empresa le de un curso de programacion para empezar a trabajar.
Dicho esto, la realidad es aun mas sangrante y humillante por el otro lado cuando se constataba que fontaneros ganan muchisimo mas que diversos profesionales, eso da un mensaje nefasto pues indica que no vale la pena esforzarse, que no hay ni habra una meritocracia.
Cierto, lo que menciona en nuevo lider juvenil no cubre el problema integral, pero echarle toda la culpa a la empresa (que tiene su buena parte) no es lo logico, ya que efectivamente hay puestos que la empresa española no puede encontrar y tiene que buscar afuera, Varsavsky ha mencionado eso en su blog alguna vez.
Otro si digo que parece que tampoco hay la base profesional necesaria para reemplazar la economia dependiente del ladrillo.
Salud
Creo que estamos mirando lados diferentes, critico que el nuevo presidente de NNGG versión charra no vea que los puestos de calidad, esto es, con condiciones laborales que se puedan englobar al menos en el concepto de trabajo decente que maneja la OIT, deben ser TODOS, no solo los reservados a personas con determinada cualificación (por más que su objetivo sea aumentar dichos puestos cualificados y la formación de los jóvenes para acceder a los mismos).
Sobre salarios de titulados frente a no titulados, existen algunos mitos que la evidencia a lo largo de la vida laboral descubre como falsos, normalmente un fontanero (asalariado) tiene un tope salarial más bajo que un ingeniero técnico (por más que haya casos concretos diferenes, normalmente se compara situaciones desiguales en cuanto a experiencia o puesto a cubrir y nos fijamos en las cualificaciones y no en el trabajo).
Y sí, desde lo veo, fundamentalmente es responsabilidad del Empresario (y del Estado, o por permitirlo o por no controlar la situación), dentro de la legalidad podemos encontrar trabajos no cualificados que sí responden a definiciones de «calidad» y otros (la gran mayoría) que no lo hacen, se me ocurren ejemplos de peones o de camareros, por poner dos sectores no cualificados. Lo que hace el de NNGG es pensar que solo los que tienen formación pueden acceder a puestos «decentes» o de «calidad».
Sobre la sobrecualificación (por tanto, subempleo), pues sí, tiene razón, por no hablar del exceso de titulados para el mercado español, al final gente muy cualificada (ingenieros superiores, licenciados, etc) cubre puestos que están pensados para gente con grados medios de FP, o superiores como mucho. Su sueldo, claro, será el de baja cualificación, acorde con el trabajo, pero no con las cualificaciones del individuo. Lo que es peor, los empresarios buscan tener trabajadores sobrecualificados (y mal pagados) por una absurda titulitis.
Hasta luego y gracias por el comentario ;)
PD: España es demasiado dependiente del turismo y el ladrillo como para cambiarlo de la noche a la mañana, menos teniendo en cuenta los bajos salarios en sectores distintos y que el Estado ya no puede intervenir tan directamente como en las reconversiones industriales de los ochenta (a ver si la Comisión permite la estructura de empresa mixta que plantea el ejecutivo, sinceramente lo dudo).
Muy buenas,
Acabo de descubrir con gran admiración que en este blog se habla de mi y de Nuevas Generaciones y para bien o para mal he de agradecer tan importante detalle.
Quiero aclarar acerca de la pregunta del periodista de La Gaceta sobre de «las preocupaciones de los jóvenes» que mi respuesta a la misma en 30 segundos buscaba plasmar fielmente las verdaderas preocupaciones juveniles, como es lógico.
Admiro que se busque una explicación ulterior a mi respuesta, pero mis intenciones eran únicamente transcribir los principales problemas de los jóvenes, que da la casualidad que son los mismos que yo sufro, aunque luego el periodista no escribiese al pie de la letra mis palabras.
Mi respuesta fue que las principales preocupaciones de los jóvenes eran principalmente dos:
Primero: obtener una formación de calidad. Tener un título acorde con su futuro profesional que le permita encontrar un trabajo.
Segundo; la falta de empleo. Nosotros queremos trabajo, y lo queremos en Salamanca, y lo queremos de calidad (ganar cuanto mas mejor, hablando claro) lo cual no quiere decir que defendamos el empleo de mala calidad si no todo lo contrario; los jóvenes queremos un trabajo que nos permita vivir la vida por nosotros mismos, comprarnos una casa, etc. Pero hay que empezar por crear oportunidades y riqueza en Salamanca y CyL y no discriminar una vez tras otra a esta tierra con los PGE.
Y sí, opino que el liberalismo es el mejor sistema para crear empleo y riqueza. El principal error del actual gobierno socialista tan intervencionista es pensar que ellos son capaces de crear empleo y precisamente es todo lo contrario; el empleo y la riqueza la crean los emprendedores, no los funcionarios.
En fin, que me ha parecido interesante el artículo y que os fijéis en mis inicios en política a raiz de la lucha por los papeles de Salamanca, pero he de reconocer que si estoy en política es también por otra razón y es para romper tópicos, moldes y «dar un poco de caña» en definitiva… Se puede ser revolucionario en el PP, puedes escuchar Rock en un Congreso de Nuevas Generaciones, te puede gustar la política sin ser un friky y sí, hay jóvenes que confiamos en la política y que además convencemos a otra gente de que esto sí merece la pena.
Enhorabuena por el interesante blog.
Un abrazo,
Ángel Fernández Silva
PD: no uso gomina, ahí te has colado; lo que me ahorro de ahí lo invierto en púas para tocar mi guitarra eléctrica.