Sigue girando para la derecha tras las últimas elecciones, Angela Merkel volverá a ser la Canciller alemana pero esta vez en coalición con los liberales del Partido Democrático Libre (Freie Demokratische Partei, FDP) dejando a un lado el horroroso pacto con los socialdemócratas más viejos de Europa, el SPD (Sozialdemokratische Partei Deutschlands), que ha sufrido un batacazo electoral de mucho cuidado.
La crisis ha afectado poco a la principal coalición del gobierno alemán, formada por la Unión Demócrata Cristiana (Christlich-Demokratische Union Deutschlands, CDU) y la Unión Social Cristiana de Baviera (Christlich-Soziale Union in Bayern, CSU), bajando entre ambos partidos menos de un punto y medio en relación con las elecciones de 2005 (cabe recordar que no son partidos que se enfrenten entre sí, la CSU solo actúa en Baviera -donde lleva una eternidad ganando las elecciones, ahora con mayoría simple gobierna junto con la FDP- y la CDU no se presenta en dicha región, conformando, entre los dos, una única bancada en el parlamento Alemán, parecido a la relación entre UPN y PP en España hasta que, por temas de politiqueo, rompieron relaciones hace no mucho tiempo). En tiempos de crisis mantener el tipo es un gran triunfo para la derecha democristiana, sobre todo porque se ha bajado seis puntos en la participación. Esta derecha, en contra de sus propias propuestas iniciales, está realizando una serie de políticas keynesianas al igual que gran parte de los países de la Unión. Con todo, CDU gana 14 diputados más y CSU tan solo pierde uno, quedando la coalición con unos 239 asientos en la cámara baja (Bundestag).
Los socialdemócratas alemanes, por otra parte, tendrán que plantearse muy bien las líneas de actuación futura, son vistos como primeros responsables de la crisis económica y no han sabido capitalizar determinadas medidas sociales aplicadas por el gobierno de Merkel del que ellos, inexplicablemente, formaban parte (y lo forman hasta que no se realice la toma de mando del nuevo gobierno). SPD ha perdido más de 10,5 puntos en primera votación y más de 11,2 puntos en la segunda, y ha descendido por debajo del 30% de los sufragios. Como recuerdan en muchos medios, este es «el peor resultado desde la Segunda Guerra Mundial». Los socialdemócratas en total perderán unos 76 curules, teniendo tan solo 146 escaños.
Quienes capitalizan la fuga de votos de los dos grandes partidos (en mayor o menor medida son La Izquierda (Die Linke, partido creado hace dos años tras la fusión de Partei des Demokratischen Sozialismus -PDS- y Arbeit & soziale Gerechtigkeit – Die Wahlalternative -WASG-) y, sobre todo, el Partido Democrático Libre (Freie Demokratische Partei, FDP), que ha mejorado 4,7 puntos porcentuales desde el 2005, consiguiendo, además, el 14,6% de los votos de la segunda votación, lo que les deja a menos de siete puntos de los socialdemócratas. Die Linke continúa siendo el tercer partido en cuanto a votos obtenidos a candidaturas (no así a listas, donde se coloca el FDP), aumentando 3,1 puntos en primera votación, y 3,2 en segunda. Con estos resultados, los liberales consiguen 32 escaños extras (ninguno por circunscripción) acercándose a los 100 representantes electos (93 para ser exactos) mientras que la izquierda obtiene 76 diputados, de los cuales 16 son por circunscripciones (13 más que en el 2005).
Alianza 90 – Los verdes (Bündnis 90/Die Grünen, GRÜNE) también mejoran sensiblemente sus resultados, obtienen además un representante por circunscripción (igual que en el 2005) y 67 en la segunda votación, mejorando en 17 escaños a las anteriores elecciones federales. Por su parte, Piraten se ha quedado a las puertas de conseguir un escaño en segunda votación. Como nota positiva de todo esto, los filofascistas del Partido Nacionaldemócrata de Alemania (Nationaldemokratische Partei Deutschland, NPD), en primera votación han obtenido lo mismo que en el 2005 y en segunda
El sistema electoral alemán combina el mayoritario y el proporcional (por tanto, es mixto), y se da una doble votación a la vez, el primer voto es a candidatos (con nombre y apellido) y se decide, en cada circunscripción electoral, por mayoría, mientras que existe un segundo voto que se da a los partidos (una lista cerrada). Ambos votos no tienen por qué coincidir, y aunque antaño eran prácticamente iguales, últimamente se van separando más y más. Por poner tres ejemplos, CDU supera los 13 millons ochocientos mil votos en la primera votación, pero no alcanza los doce millones en la segunda, la diferencia para los socialdemócratas de la SPD es aun mayor, más de doce millones en primera votación y menos de diez en segunda, en cambio, el Partido Pirata (Piratenpartei Deutschland, PIRATEN) no alcanza los cincuenta mil en primera y supera los ochocientos cuarenta mil en segunda un 0,1 puntos menos, quedándose bastante por debajo del 2% en ambas (aun así, hay 768175 alemanes que votan por un candidato fascista, que no son pocos tampoco).
Además, el sistema tiene una serie de «correcciones» en que se aumentan los escaños obtenidos por las listas según el resultado conseguido en primera votación (en las circunscripciones), existiendo así «escaños volátiles». Hay un número mínimo de escaños pero no uno «máximo», en un segundo reparto se terminan eligiendo más parlamentarios que los inicialmente previstos, favoreciendo al partido que ha ganado en más circunscripciones. Parte del sistema electoral alemán fue declarado inconstitucional y se pidió, por parte del TC alemán, que fuera modificado, pero los dos grandes partidos en el gobierno decidieron que les conviene más este sistema; La Izquierda hizo campaña pidiendo el cambio del sistema electoral.
NOTA: El reparto de escaños aun no es oficial. Los curules que consigno están según la tabla de la Wikipedia al momento de escribir esta información.
Lo bueno de la politica alemana es que al menos hay margen para un 3er y 4to partido de ambito nacional, asi de esta manera no hay un bipartidismo tan puro como aqui, y que para agravar la «variedad» solo proviene de quienes solo piensan en la parte y no en el todo.
Algo más que agregar: el ausentismo en estas elecciones ha sido uno de los más altos registrados en los últimos tiempos. No ha quedado claro de inmediato si se debió o no a las amenazas de extremistas islámicos. Habra que ver cuantos de los que no votaron se empiezan a quejar de la administración de gobierno, como siempre.
Salud
@Ernesto: En parte tiene razón, aunque el sistema penaliza, hasta cierto punto, a los partidos más pequeños (los que no llegan al 5%). Pero sí que la propia forma de hacer política en Alemania, más que el sistema en sí, configuran un marco con grandes partidos nacionales (hasta los verdes superan el 9% de los votos válidos), con lo que hay cinco fuerzas grandes que cubren distintas ideologías y no son tan «regionalistas» las posturas. Solo hay un partido regional grande (CSU), que va totalmente de la mano de uno de los grandes nacionales (CDU). En España, con ese sistema, seguirían habiendo mucha presencia de nacionalistas no españolistas (sino mire el senado).
@Mar: Pues no creo que haya influido mucho, la participación, si bien baja para lo que normalmente pasa en dicho país en las federales, siguen siendo de más de 70 puntos. Mientras que en las parlamentarias europeas la participación fue del 43%. Creo que habría que buscar esos seis puntos más bajos de participación sobre todo entre las bases de los socialdemócratas alemanes, que son los que más han perdido en votos, y claro, con un candidato diciendo que hay que flexibilizar el mercado, a los históricos votantes les daría asco tener que votarle (y antes que dar su voto a otra formación, prefieren no votar)… Pero no sé.
Hasta luego y gracias por sus comentarios ;)