ETA ha puesto un coche bomba frente a una casa-cuartel de la Guardia Civil en una zona residencial de Burgos, la explosión, como otras tantas veces, ha causado muchos desperfectos materiales pero ninguna víctima mortal, sí muchos heridos leves sobre todo por cortes con los cristales rotos por la onda expansiva de la detonación. Pues bien, según los comentaristas y los oyentes de la Cope (al menos a los que pusieron su llamada en las ondas), la culpa, además de ETA, es del gobierno por negociar con la banda y del juez del Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, por permitir homenajes a etarras. Y un poco de Garzón, por, en su momento, no buscar por todos los medios la ilegalización total de ANV que finalmente entró en varios ayuntamientos en las últimas elecciones locales.