«En Italia, tras su aprobación, un periodista preguntó en rueda de prensa al ministro de Economía si la amnistía a los delincuentes fiscales era coherente con las promesas de capitalismo ético. El ministro, creyendo cerrado el micrófono, le llamó “gilipollas”. Y es que hay que ser gilipollas, eh.» (Isaac Rosa resumiendo la situación.)
¿Cómo luchar contra el altísimo fraude fiscal mediante la fuga de capitales hacia paraísos fiscales? ¡Perdonando el fraude a Hacienda! ¿Que puede ser delito? Pelillos a la mar, una pequeña multa y un tipo fiscal privilegiado. Esto es: Que vuelva la plata, que la trataremos como en un paraíso fiscal.