Está claro que los resultados de unas elecciones europeas, máxime con tan baja participación, no son totalmente extrapolables a las elecciones generales, entre otras cuestiones porque los partidos las afrontan diametralmente distintas, y se presentan algunas cuantas formaciones regionales que a las europeas ni lo intentan (por lo que sea) o se forman alianzas electorales concretas para sumar lo que sería un voto disperso pero similar (como es el caso de Nafarroa Bai). Pero aun así, a sabiendas que todos tienen razón, ya sea para contentarse con un mal consuelo o para no vender la piel del oso antes de cazarla, puede ser interesante hacer la aplicación de los votos europeos como si fueran para el Congreso de los Diputados. Ya saben, además, que me gusta esto de jugar con los datos electorales.