Este segundo apartado sobre el debate del Estado de la Nación (pueden leer el primero acá) se basará más en los minidebates entre el presidente del gobierno y el ponente de la oposición que en las propuestas concretas en particular, tanto por el cariz general (tipo moción de censura) como por el especial desarrollo que se da en el formato de este debate (el presidente suelta su discurso, luego cada partido suelta el suyo y se debate, realmente, sobre el discurso del ponente opositor), también porque muchos no han propuesto nada en concreto, han dado consejos o reprochado políticas concretas, así como han hecho referencia a propuestas de su grupo previamente presentadas o que presentarán.
Día: 13 de mayo de 2009
Consideraciones sobre el debate del Estado de la Nación (I)
Por una parte, los debates sobre el estado de la Nación deberían ser importantes, un momento sano para analizar un año de la legislatura, propuestas de futuro e iniciar verdaderas guerras ideológicas, pero por otro, vemos que ahí cada quien va a su bola (perdónenme la expresión), con los insultos por delante, unos planteando el debate como moción de censura y otros como si fuese la sesión de investidura. No sé si hay «ganadores» en estos debates, no sé si sea correcto plantear el mismo como una contienda que busca el KO del adversario, lo que sí sé es que el debate ha perdido, en gran medida, la razón de ser, es como una sesión de los miércoles, de control al gobierno, pero alargada en dos días (lo que no está mal, pero no es un Estado de la Nación).