Una buena noticia, que recalca la importancia de los tribunales civiles sobre el corporativismo de los militares y el abuso de poder por parte de la administración: «Un juez federal estadounidense ordenó el martes que 17 chinos musulmanes de la etnia uigur, detenidos en Guantánamo sin cargos en su contra, sean liberados en suelo estadounidense«, reza la noticia de AFP. La cuestión es más o menos sencilla, como tantos otros presos en Guantánamo, estos 17 chinos no habían sido acusados formalmente de nada (su crimen era vivir en Afganistán, refugiados, y ser musulmanes) y no existían pruebas contra ellos. Por supuesto, el gobierno estadounidense apelará la decisión del juez, y está en su derecho (derecho que pretende arrebatar a los presos en Guantánamo).
El juez, además, concedió un permiso de residencia a los 17 chinos para que estén en Estados Unidos hasta que se puedan ir a un tercer país (entiendo que, por las circunstancias, Afganistán y China quedan descartados).
Desde la Casa Blanca se juega la carta del terror: Esto puede ser usado por los terroristas para salir libres. Claro que sí, siempre y cuando esos «terroristas» estén retenidos en una base naval fuera de Estados Unidos en un punto negro jurisdiccional donde un día sí y otro también existen pugnas jurídico políticas y un intento constante por parte de la Administración Bush para negar cualquier derecho a los retenidos propios de su condición de presos, entre ellos el Habeas Corpus, al juez ordinario o natural, y a no ser detenido sin cargos, esto es, de forma arbitraria.
El problema que tiene el gobierno estadounidense con su centro de torturas más conocido (no duden que hay otros) no es que los tribunales estadounidenses dejen libres a los terroristas enemigos del país, el problema es que es un caldo de cultivo de torturas y arbitrariedades, donde muchos prisioneros ya llevan más de un lustro sin ser acusados de nada. ¿Cómo es posible que se tenga detenido a alguien por siete años sin que se le acuse de delito alguno? ¡Si ni existen pruebas de la implicación de ellos en «la guerra contra Estados Unidos»! Y abundan los «errores» y «devoluciones» de prisioneros por parte de EUA a los estados que se han movido por sacar del pozo a sus ciudadanos.
El problema de Guantánamo es su propia existencia e incapacidad para aplicar el Estado de Derecho (¿Cómo podría hacerlo si está, en palabras del jefe del gobierno, fuera de jurisdicción alguna?), y por tanto, la incapacidad para procesar y condenar a los supuestos responsables de actos terroristas contra Estados Unidos, hasta ahora solo hay UN condenado tras un proceso sin acuerdo, hay solo UN condenado con declaración de culpabilidad y acuerdo y solo hay 20 procesos abiertos, cuando se han retenido a muchos cientos de personas y actualmente en la cárcel tienen a 250 individuos. En el caso de estos 17 presos que deben ser puestos en libertad, siete años en el centro de detención, cero pruebas y cero acusaciones. Eso, en sí mismo, es una tortura, un secuestro. Y encima no eran considerados «peligrosos» por parte del Pentágono, al punto que desde el 2004 se sabe que no estaban vinculados con el terrorismo. ¿Qué hacían en Guantánamo entonces?
El problema de Guantánamo y de toda la guerra contra el terror es esa definición de «combatiente enemigo» con lo que Bush ha pretendido burlar al Derecho Internacional y a su Derecho federal, ya que con ella se enmascara una situación de indefensión total de las personas arbitrariamente detenidas por el poder ejecutivo y su brazo armado, porque la propia definición contraviene el espíritu de la Constitución de Estados Unidos y, no cabe la menor duda, las definiciones del Derecho Internacional de prisionero de guerra (que Estados Unidos sí ha firmado, para los pocos TI que tienen firmados en este sentido, y ni los cumplen).
El gobierno estadounidense, encima, plantea «colocar» a los 17 liberados en «viviendas especiales» dentro de la base naval de Guantánamo porque no los quiere llevar a suelo estadounidense, y no los pueden repatriar a China… A la par, niega la jurisdicción del tribunal civil en la resolución del caso. De donde no hay, no se puede sacar.
Más información sobre la cárcel estadounidense en territorio cubano: «Guantánamo, en cifras«.