«Convencen a mujer trujillana de retirar los colores de la bandera chilena de su casa» titula Perú21. Aparte de la redundancia en el titular («mujer trujillana», si es «trujillana» es «mujer» por pura definición, el usar el sexo sin venir a cuento para remarcar la condición del mismo es machista) me sorprende la noticia. No tanto por el titular, uno piensa, normal, no les gustan los colores, se acercan a la vecina y le dicen «ya pues vecina, cambie esos colores, estos quedarían mejor» y santas pascuas. Pero leyendo la noticia uno se sorprende del patriotismo meapilas y la estupidez política tanto de los vecinos, como del alcalde.