La Sexta ha producido y emitido un falso documental (una ucronía) en que juegan con la premisa de «Y si hubiera ganado la República«. La cara periodística la da Mamen Mendizábal que deja de contar la realidad diaria para introducirnos en una historia inventada en que España sigue con la tricolor ondeando en las plazas públicas, y se realiza un paseo por un archivo toqueteado o directamente falseado y se intercala todo con curiosas entrevistas (bajo guión, claro) a conocidos periodistas o historiadores (como Paul Preston), se mezclan temas políticos con otros más cotidianos.
Día: 13 de abril de 2008
Modchips y la no-penalidad de su instalación
La palabra mágica es «en exclusiva». Ya desde hace un buen tiempo se sostiene que si un «modchip» permite «algo más» que el vulnerar la protección anticopia de los juegos originales ya no podemos considerarlo dentro del tipo penal del Artículo 270.3 del Código Penal (y el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Aranjuez se ha subido al carro de esta interpretación, de lo cual me alegro). Así pues, mientras el chip para la videoconsola también permita la ejecución de juegos originales de otras zonas (como pasa con los vídeos, sea dicho, un problema que íbamos a dejar de tener con el HD-DVD y que gracias a la victoria del Blu-Ray seguiremos teniendo) su instalación no puede ser considerada, por sí misma, como delictiva (habría que aportar «más» para cubrir una conducta tipificada, como que el propio taller de instalación de modchip venda juegos piratas que funcionen gracias a ese modchip).
El falso boicot a las olimpiadas
El grito en el cielo. Muchos países, ante los sucesos del Tíbet, se han quejado por la falta de libertades en China y han mostrado sus reparos para que la capital del gigante asiático sea la sede de las olimpiadas del verano. Claro, es que ahora ha comenzado el problema de la libertad de expresión o el de la contaminación en Pekín. Lo peor es que muchos de los países que han manifestado que «medio» boicotearán las olimpiadas (la inauguración nomás) no son grandes defensores de los derechos humanos ni mucho menos, así que tenemos a los burros hablando de orejas.